Cuando el calor es sofocante parece que lo único que apetece es tomar alimentos ligeros, preparar nuestros platos con muchas frutas y verduras y beber abundante líquido. Las recomendaciones que dimos hace unas semanas para sentirnos bien cuando el calor aprieta, seguirán vigentes durante todo el verano.
Y aunque ya nos lo contó Liliana cuando anticipaba que helados y sorbetes también pueden ser sin lactosa, os tengo que decir que estos refrescantes y deliciosos postres, los podemos preparar en casa. Seguro que sorprendemos a nuestros invitados abriendo el congelador y sirviendo un plato elaborado por nosotros, y como mínimo tendremos la garantía de un helado de calidad elaborado en nuestra cocina, ¡y sin lactosa!
Esta es mi propuesta de hoy: helado sin lactosa de chocolate con aroma de naranja, ya sabemos todos que la combinación de chocotate y naranja es exquisita, y para prepararlo he utilizado nata para montar sin lactosa de Kaiku, consiguiendo así una textura suave y cremosa.
Ingredientes
- 1 tableta de chocolate negro (85 % de cacao) de 100 gramos, 100 gramos de azúcar moreno, 250 mililitros de leche vegetal, 400 mililitros (dos envases) de nata para montar sin lactosa de Kaiku, dos huevos, una cucharada de maicena, y ralladura de una naranja.
Cómo hacer helado sin lactosa de chocolate con aroma de naranja
El procedimiento es sencillo: en primer lugar troceamos la tableta de chocolate y la deshacemos al ‘baño María’ junto con 125 mililitros de la leche vegetal (yo he utilizado de arroz). Al mismo tiempo batimos los huevos mientras desleímos la maicena en los 125 mililitros de leche restantes, ahora podemos mezclarlo todo.
Cuando es chocolate se haya disuelto removemos bien, sacamos del fuego y añadimos la mezcla anterior, sin dejar de remover pondremos el cazo directamente sobre el fogón y mantendremos durante diez o quince minutos a fuego lento. Durante la cocción añadiremos el azúcar y la ralladura de naranja (acordaros de lavar bien la piel antes), y volveremos a remover.
Tras sacar el chocolate del fuego lo dejamos enfriar sobre el banco de la cocina y esperamos un poco, al tiempo que montamos la nata (recordad utilizar varillas limpias y enfriar el bol dónde vaya a ser montada antes de hacerlo).
Cuando la mezcla anterior esté tibia podemos añadir la nata montada removiendo enérgicamente y colocarlo en el recipiente dónde vayamos a helarlo. Deberemos esperar a que enfríe del todo para meterlo en la nevera (tapado con papel film de cocina) por espacio de unas cuatro horas a fin de que cuaje un poco, y después podemos batir (preferentemente con batidora de varillas) e introducir en el congelador con un recipiente de tapa.
Yo lo hago sin heladera, y lo vuelvo a batir al menos tres veces (durante el proceso de congelación) antes de presentarlo. Eso sí, si queréis que vuestro helado sea aún más cremoso, aquí tenéis un estupendo post de Directo al Paladar, que explica uno a uno los pasos a seguir.
Tiempo de elaboración | 75 minutos Dificultad | Fácil
Degustación
Como veréis en la foto este helado puede servirse con ralladura de naranja, caramelo líquido, y acompañarse de barquillos dulces, de esta forma lo podemos comer como una rica y refrescante merienda.
Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.
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