El arte tiene muchos lenguajes y los artistas no sólo crean obras desde cero, también pueden expresarse a través de la manipulación de la realidad. Esto lo vemos constantemente en la edición fotográfica, pero lo curioso del trabajo de Stephen McMennamy es cómo consigue resultados muy originales simplemente combinando fotografías, ofreciéndonos divertidas imágenes de surrealismo culinario.
Me gusta la gente creativa capaz de ver las cosas con otros ojos y descubrir que pueden encerrar algo diferente, como los niños que todavía están descubriendo el mundo. Este fotógrafo tan sólo corta y une dos imágenes distintas jugando con las formas para crear instantáneas curiosas, convirtiendo alimentos y comidas en nuevos objetos que parecen vivir en su propia realidad alternativa.
McMennamy demuestra que no hace falta siempre un elaborado trabajo de posproducción editando las fotografías, ya que en este caso son los objetos y personajes que retrata los auténticos protagonistas. La técnica básica es la fotografía en sí misma, que combinada con otra imagen nos da una nueva mirada sobre alimentos cotidianos.
El autor comenta que le gusta observar y analizar todo lo que le rodea en su día a día cotidiano, pero intentando lanzar una mirada diferente, con otros ojos que le descubra las posibilidades creativas de lo más cotidiano. El fotógrafo se divierte así con la realidad como si fuera un niño que convierte cualquier cosa en protagonista de sus juegos.
Es refrescante observar su trabajo por original, simple y sencillo, y por invitarnos también a nosotros a cambiar la mirada de vez en cuando. Puede que con la comida no se juegue, pero siempre podemos tomar fotografías y jugar con ellas para conseguir resultados divertidos como estos.
Vía | Petapixel
Más información | Stephen McMennamy en Instagram
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