Si la UPA (Unión de Pequeños agricultores y Ganaderos) califica de ruinosa la situación que han de soportar los agricultores que producen distintos cítricos como las naranjas, mandarinas y limones, ¿cómo la debemos calificar nosotros los consumidores? Y decimos esto porque nos encontramos en el mismo problema que el año pasado, bueno, quizás es más grave, ya que la vida continúa al alza.
Un agricultor recibe 0,06 euros por un kilo de limones, la verdad es que es para echarse a llorar, pero los consumidores también lo deben hacer ya que a nosotros nos cuesta 1,15 euros, se trata de una diferencia escandalosa, abismal que representa un cuantioso beneficio para unos y una excesiva pérdida para otros. Al parecer el sabor ácido amarga a los productores de cítricos. Los dos extremos, quien produce y el consumidor que compra, pueden comprobar la carencia de una política que regule el sector, que permita al agricultor sacar una rentabilidad digna y que evite que un consumidor pague precios abusivos. Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre este tema en Directo al Paladar, por ejemplo sobre la cantidad que se embolsan los intermediarios.
Limones a un 2.000 por ciento y naranjas a un 1.150 por ciento más caras de su coste inicial, está visto, cada año la misma noticia y no hay manera de solucionar el tema. Quizás hablamos de estos dos ejemplos porque son los que más destacan y los que vemos a nuestro alrededor (incluso frutos dejándose perder en el árbol), pero hay cientos de productos cuyos precios ofenden a productores y los consumidores pagamos prácticamente sin rechistar. ¿Cambiarán las cosas?, ¿finalmente se regularizarán estas situaciones?, ¿qué opinas?
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