Los efectos de la crisis están todavía presentes en el día día de muchas personas, y por desgracia son muchas las familias que continúan necesitando toda la ayuda posible para llevar comida a la mesa. Afortunadamente también sigue habiendo muchos ciudadanos concienciados que intentan poner su granito de arena para ayudar a quien más lo necesita, y así es como han nacido las neveras solidarias, que ya se están extendiendo por nuestro país.
El primero de estos frigoríficos comunitarios se instaló en Galdakao (Vizcaya) y estos días se ha seguido su ejemplo en Murcia. Se trata de una nevera enchufada colocada en la calle las 24 horas del día, para que los vecinos colaboren dejando comida en su interior. De este modo, sus alimentos están disponibles para todo aquel que lo necesite, y se promueve también la lucha contra el desperdicio de comida.
Esta acción de solidaridad ciudadana surgió en Berlín con la inciativa de Food Sharing, que promueve el intercambio de alimentos y comida para ayudar a los más necesitados. La idea de usar una nevera abierta a todo el mundo se extendió a otros países, y llegó a España gracias a la Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao, de la mano de Álvaro Sáiz.
La noticia llegó hasta Murcia, donde Juan Miguel Varea decidió seguir su ejemplo para intentar ayudar a las personas sin apenas recursos para los que comer cada día es un lujo. Este murciano regenta una peluquería canina en pleno centro de la ciudad, y allí es donde ha instalado la nevera con la ayuda de familiares, amigos y del propio Álvaro Sáiz, que cruzó el país para apoyar a Juan Miguel.
La iniciativa está recibiendo una acogida abrumadora, a pesar de que hay muchos escépticos que dudan de si el proyecto sobrevivirá a vándalos o a las posibles pegas que pueden poner las autoridades. Por el momento el proyecto funciona, y animan a todo el mundo a colaborar aportando lo que puedan, especialmente esos alimentos que a veces nos sobran y que podrían desperdiciarse.
Para evitar algunos posibles problemas se han colodado unas instrucciones de uso en la puerta del frigorífico, traducidos a varios idiomas. No se permiten huevos, carne cruda o pescado, los envasados deben mostrar la fecha de caducidad y las comidas cocinadas tienen que indicar los ingredientes.
El espíritu solidario está contagiando rápidamente a muchos vecinos y ya están surgiendo iniciativas para instalar más neveras solidarias en otras localidades. Noticias como estas aportan un poco de esperanza y confianza en un futuro mejor, y ojalá que sean un éxito y tengan continuidad. Puede que estemos viviendo ya una cierta recuperación económica, pero para mucha gente los efectos de la crisis siguen lejos de desaparecer.
Imágenes | Nevera Solidaria Murcia, Neveras Solidarias, Frigoríficos de Intercambio
Más información | Asociación Humanitaria Voluntarios de Galdakao
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