Hoy os traigo unos bombones crujientes de papaya que yo considero perfectos para sorprender a nuestros invitados o para una cena especial. Además, son sencillos de hacer y eso siempre es un punto extra en cualquier receta que se precie.
La base de este postre sencillo es la papaya, una fruta que como ya os dije en la ensalada de surimi, palmito y vinagreta de papaya, me gusta mucho porque mezcla bien tanto con lo salado como con lo dulce. La leche condensada y el crocanti de almendra aportan ese extra de dulzor. Como veis unos ingredientes que fácilmente se pueden encontrar en cualquier mercado y que combinan a la perfección para hacer un postre.
Abre la papaya por la mitad (sin pelarla, para que sea más fácil manejarla), elimina las semillas con la mano o con una cuchara. Después con un sacabolas, vas a ir haciendo bolitas de papaya que irás reservando en un bol.
Reparte la leche condensada en un recipiente y la almendra crocanti en otro. Después reboza las bolitas de papaya, primero en leche condensada y luego en la almendra crocanti, y así tendrás listos los bombones crujientes de papaya. Fácil, ¿no?
Con qué acompañar los bombones crujientes de papaya
Los bombones crujientes de papaya son perfectos para acabar la comida y servirlo junto con el café a modo de “p’tit fours”, como en los mejores restaurantes y así epatar a tus invitados. Mi recomendación es que la papaya no esté excesivamente madura para que te sea más fácil trabajar con ella. Reserva en frío, fresquitos están mejor. Espero que los disfrutéis.
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