Si os apasionan las tartas de queso pero os parece que el formato pastel es demasiado contundente o elaborado para preparar fuera de una ocasión especial, os sugiero dar una oportunidad a esta receta de cuadrados de tarta de queso. Son un bocado irresistible en una porción más comedida, y apenas hay que invertir tiempo en su elaboración.
La masa se hornea en una bandeja rectangular con una profundidad de unos 3-5 cm, más alta si usamos una de lados más pequeños. Aunque puede crecer en el horno, al enfriarse se obtiene una especie de tarta de queso sencilla, finita, perfecta para cortar en porciones cuadradas y tener a mano para darse un capricho a lo largo del día.
Precalentar el horno a 180ºC y cubrir una bandeja rectangular de unos 20-23 por 30-35 cm de lado con papel sulfurizado (papel de hornear). Derretir la mantequilla y dejar que se enfríe un poco. Machacar las galletas con las manos y triturarlas usando una picadora o procesador de alimentos. También se puede hacer a mano, metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo.
Mezclar las galletas con la sal y la mantequilla derretida. Mezclar todo bien y añadir la leche necesaria para obtener una textura ligeramente húmeda, que conserve su forma al estrujarla. Cubrir el fondo de la bandeja con la mezcla, presionando muy bien.
Escurrir el posible líquido del queso crema y batirlo con batidora de varillas para dejarlo cremoso. Añadir el azúcar, la vainilla, el zumo de limón y la sal, y batir bien. Incorporar los huevos uno a uno, batiendo después de añadir el primero, y batir un poco más hasta tener una mezcla homogénea.
Echar encima de la masa de galletas, distribuyendo bien la crema de queso, igualando la superficie. Hornear durante unos 18-22 minutos, hasta que se haya dorado la parte superior y al pinchar con un palillo salga limpio. Dejar enfriar fuera del horno y refrigerar una o dos horas antes de cortar en cuadrados.
Con qué acompañar los cuadrados de tarta de queso
Los cuadrados de tarta de queso se pueden servir con mermelada, fruta fresca o sirope al gusto, mejor si usamos fresas o frutos del bosque, para dar un bonito contraste de color. Son ideales para tomar de postre o para merendar y no pasarnos con la porción, eso si podemos resistirnos a comernos sólo uno.
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