Puede que sea la herencia suiza, pero el caso es que en mi despensa siempre hay varios tarros de mermeladas caseras o artesanas. Lo malo es que en casa soy yo casi la única que las consume y a veces me encuentro con botes demasiado llenos que hay que gastar. ¿Solución? Usarla como ingrediente en recetas como estos cupcakes sencillos de mermelada de albaricoque.
No era la primera vez que utilizaba mermelada dentro de una masa mezclada con los demás ingredientes, así que sabía que esta receta que he adaptado no podía salir mal. Me gusta dejar todo el papel endulzante a la propia mermelada, sin más azúcar en la masa, así que el sabor final dependerá del tipo que se utilice. En mi caso no eran muy dulces así que pensé en darles un glaseado sencillo para vestir un poco estos mini pastelitos sin complicar mucho la decoración.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja con moldes para cupcakes o mini pasteles pequeños, engrasándolos o usando cápsulas de papel. Recomiendo en este caso utilizarlas de buena calidad o engrasarlas también un poco con mantequilla derretida.
Trocear la mantequilla y derretir en el microondas con cuidado, a intervalos cortos y temperatura baja. Dejar enfriar ligeramente y templar también la leche. Mientras tanto batir con unas varillas la mermelada en un recipiente mediano para dejarla más suave. Si fuera muy espesa la podemos licuar calentándola en un cazo.
Añadir el huevo, la vainilla, la ralladura de fruta y la leche, y batir con unas varillas. Incorporar la mantequilla y batir un poco más. Tamizar encima la harina con la levadura, la sal y la almendra molida, y mezclar todo bien hasta tener una masa homogénea sin grumos.
Repartir en los moldes hasta llenar unos 3/4 de su capacidad y hornear durante unos 18 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Para decorarlos, mezclar con unas varillas unas cuantas cucharadas de azúcar glasé tamizado con un chorrito de zumo de limón o naranja hasta tener una consistencia espesa, y repartir sobre los cupcakes al gusto. Añadir alguna figura decorativa comestible o unos frutos secos picados al gusto.
Con qué acompañar los cupcakes
Los cupcakes de mermelada de albaricoque no son excesivamente dulces así que creo que pueden ser un buen desayuno de vacaciones mojados en leche fresquita o en el café, también hacen buena pareja con fruta fresca de temporada. Con el glaseado se visten un poco más para tomarlos de postre o a la hora de la merienda o con el té de media tarde. Es preferible tomarlos en un par de días si hace mucho calor, aunque aguantan más en la nevera pero entonces el glaseado se resentirá.
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