Mi padre es suizo pero pasó varios años viviendo en Colombia, y por eso su repertorio culinario es una mezcla de influencias un poco curiosa. El plátano macho frito siempre ha sido un clásico en mi casa cuando era niña, aunque no me había animado a prepararlo hasta ahora. Me gusta un contraste fresco con ellos, como en esta receta de patacón o plátano frito con piña.
Para un resultado crujiente y delicioso es necesario freírlos dos veces, aunque a mi padre siempre le han gustado con una primera fritura, sin machacar, dejando el interior más tierno. En cualquier caso, se pueden acompañar de diversas salsas, aunque la combinación con la mezcla de piña picante personalmente me encanta porque además aligera cada bocado.
Pelar los plátanos. Retirar los extremos y realizar un corte longitudinal largo en la corteza sin llegar a perforar la carne. Cortar en rodajas de unos 3 cm.
Calentar abundante aceite en un cazo, sartén profunda o en una freidora, y freír los plátanos por turnos, para no sobrecargar demasiado el espacio. Retirar cuando empiecen a estar dorados y dejar escurrir sobre papel de cocina.
Envolver en una hoja de papel cada porción y aplastar con un martillo o un rodillo. Volver a freír hasta que estén dorados y crujientes al gusto. Dejar escurrir sobre papel de cocina y añadir sal gruesa.
Para acompañar pelar dos rodajas de piña, cortar en piezas pequeñas y mezclar con cebolla roja picada, un poco de pasta de guindilla, zumo de limón y perejil picado. Salpimentar al gusto.
Con qué acompañar el patacón
El patacón o plátano macho frito con piña podemos servirlos como picoteo, como primer plato o incluso acompañando un plato principal de carne o pescado. Podemos servir también diversas salsas en cuencos individuales.
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