Para los amantes del queso gratinado, para quienes no se imaginan un mundo sin queso y para todos aquellos que si pudieran le pondrían queso a todo lo que comen, hoy les propongo una receta con pollo. Un pollo gratinado que es una maravilla, ya que lo vamos a hacer con este magnífico queso italiano que es el Provolone.
La receta de hoy es la de un pollo gratinado al Provolone que combina una carne blanca bastante neutra con un queso lleno de sabor y que es uno de mis favoritos para gratinar. Como podrás ver la preparación es bastante sencilla y rápida por lo que este plato es perfecto si necesitas una alternativa de algo con mucho sabor y sin complicaciones.
Vamos primero a retirar eventualmente la grasa de la pechuga de pollo para luego cortarla en dos a lo largo, de tal modo que podamos abrirla. Enseguida la sazonamos con las hierbas aromáticas, sal y pimienta negra. Cortamos el queso Provolone en láminas no muy finas ya que queremos que el conjunto tenga cuerpo. Finalmente vamos a cortar el pimiento en juliana de unos cinco centímetros de largo.
Colocamos la pechuga abierta en una fuente para horno engrasada con un poco de mantequilla. Colocamos el queso y el pimiento sobre el pollo, en la parte central del mismo. Cortamos la mantequilla en trocitos que esparcimos sobre la fuente. Horneamos a 180ºC unos 25 a 30 minutos. Les recomiendo humectar el pollo con la mantequilla un par de veces durante la cocción.
Con qué acompañar el pollo gratinado al Provolone
Te recomiendo servir este delicioso pollo gratinado al Provolone con un arroz o unas pastas, así como con unas verduras asadas. Un vino blanco seco frio combinaría muy bien con este plato así como una cerveza ámbar. Otra manera de comerlo rápidamente es colocar el pollo en un pan baguette bien crujiente y llevártelo para un picnic.
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