Para los días más calurosos de verano en los que no apetece mucho cocinar las ensaladas son el recurso más sencillo, y podemos variarlas de muchas maneras. Si añadimos pescado enriqueceremos el plato con proteínas de una forma ligera y fácil, como en esta receta de ensalada de bacalao con habitas baby.
El bacalao se puede comprar congelado, salado o ya desalado y listo para usar, podéis usar el que más tengáis a mano. No es tiempo de habas pero en verano me gusta recurrir mucho a buenas conservas vegetales, y en esta ocasión me he tomado el tiempo de pelarlas para que la ensalada fuera un plato más fino y agradable al paladar, aunque no es imprescindible.
Preparar previamente el bacalao si fuera necesario, según el formato que vayamos a usar. Si ya está desalado pero necesitamos cocinarlo primero, le damos un hervor ligero. Escurrir bien y desmenuzar. Añadir pimienta y zumo de limón.
Escurrir las habitas baby del líquido de la conserva y enjuagar con agua. Si tenemos tiempo y ganas, las podemos pelar, presionando con suavidad con los dedos. Picar fina la cebolla roja y mezclar todo en una fuente.
Batir el aceite de oliva con un poco de zumo de limón, el vinagre de manzana, ajo granulado, pimienta negra y una pizca de sal, y aliñar la ensalada. Añadir perejil fresco picado y dejar enfriar en la nevera, tapado con plástico film, hasta el momento de servir.
Con qué acompañar la ensalada
Esta ensalada de bacalao con habitas baby también se puede degustar templada, aunque considero que fresquita está mucho mejor – claro que igual es por las temperaturas tan altas que tenemos por aquí -. En cualquier caso, es mejor dejar que pierda el frío extremo de nevera durante unos minutos antes de servir. A mí me gusta echar un buen chorro de zumo de limón extra antes de empezar a comer.
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