Lejos quedaron aquellos días en que los bogavantes sólo podían servirse en días de fiesta muy señalada por su elevado precio. Claro, me refiero al bogavante americano (Homarus americanus), el rojo. Éste, se puede encontrar ya en cualquier supermercado a precios bastante asequibles que, en muchos casos, no supera al de otros mariscos habituales en nuestras mesas.
Otra cosa es el bogavante europeo (Homarus gammarus), el azul, de mejor calidad en mi opinión, que se pesca en nuestras costas, en Galicia por ejemplo. Excelente aunque un poco más caro.
De todas formas, y con cualquiera de ellos, una forma bastante agradecida de presentarlos es ésta que hoy les reseñamos: Bogavante a la menta en aceite de oliva.
Pasen y vean.
Los ingredientes para dos personas
1 bogavante, unas ramitas de menta o hierbabuena, 1/2 limón, 150 cl. de aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal y pimienta.
La preparación del bogavante a la menta
Primero ponemos a macerar en un vaso, el aceite de oliva (AOVE), la menta recién picada a cuchillo, la sal, la pimienta y el zumo de medio limón. Mezclamos bien y reservamos.
Seguidamente debemos preparar el "bicho" para la plancha. Para ello le cortamos las pinzas a ras del cuerpo, insertando un cuchillo bien fuerte en la articulación más cercana al tronco. Un movimiento giratorio y... pinza fuera. Repetimos el proceso con la otra y reservamos.
Ahora sólo quedará cortar el bogavante entero por la mitad y a lo largo: desde la cabeza hasta la cola.
Calentamos a fuego fuerte un plancha y ponemos las pinzas para que se vayan haciendo. A su lado, o en otra plancha, colocamos las mitades del marisco con la carne hacia abajo. Pasados unos minutos, giramos las piezas y las salseamos con la emulsión de aceite, menta y limón.
Dejamos cocer unos minutos y servimos.
Tiempo de elaboración | 30 minutos Dificultad | Fácil
La degustación
Este plato de Bogavante a la menta en aceite de oliva puede tomarse sólo o acompañado de una ensalada por ejemplo. En casa lo comimos junto con un poco de este arroz con almejas que les mostramos el otro día. La combinación del aroma de la menta y el limón le dan un toque diferente al marisco, un toque fresco que a mi me encanta, pero que puede provocar alguna discrepancia en aquellos que no estén acostumbrados a la hierbabuena fuera de los postres.
Para gustos, los colores ¿verdad?
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