Como explica Ottolenghi, la chraimeh suele prepararse con filetes grandes de serviola o pez limón, con espina, pero también puede usarse cualquier otro tipo de pescado blanco. En esta receta de filete de salmón en salsa chraimeh se usa este pescado pues es fácil encontrarlo cortado en rodajas o en filetes.
La chraimeh se sirve como primer plato, caliente o a temperatura ambiente, con challa (o cualquier pan blanco bueno) para untar, una rodaja de limón y una jarra de agua para calmar el picor del chile. Puede volverse a calentar sin problemas y la salsa es tan sabrosa que vale la pena preparar el doble de cantidad y así tener más para untar el pan. Se acompaña con cuscús o arroz.
Calentamos 1 cucharada de aceite de girasol en una sartén grande con tapa. Ponemos la harina en un bol poco profundo, salpimentamos generosamente e introducimos el salmón. Sacudimos el exceso de harina y freímos a fuego fuerte uno o dos minutos por cada lado, hasta que quede dorado. Retiramos el pescado y limpiamos bien la sartén (yo lo hice a la plancha para que no cogiera tanto aceite).
En un robot de cocina, trituramos el ajo, las especias, el chile y aceite de girasol en cantidad suficiente para formar una pasta espesa. Vertemos el resto del aceite en la sartén, calentamos y añadimos la pasta picante. Removemos y dejamos freír apenas unos 30 segundos para que las especias no se quemen. Con rapidez pero con cuidado, para que no salte el aceite, agregamos el agua y el concentrado de tomate.
Llevamos a un hervor lento y añadimos el azúcar, el zumo de limón, sal y pimienta. Colocamos el pescado en la salsa y llevamos a ebullición suave, tapamos la sartén y cocinamos entre 7 y 11 minutos, según el tamaño del pescado, hasta que quede bien hecho. Retiramos la sartén del fuego, destapamos y dejamos entibiar. Servir el pescado con cilantro y rodajas de limón.
Con qué acompañar el filete de salmón en salsa chraimeh
En ocasiones me cuesta decidir qué preparo para la cena, pero esta receta de filete de salmón en salsa chraimeh es una opción estupenda, pues como se puede calentar y está igual de deliciosa, permite programar y preparar el menú con antelación. El pescado está delicioso acompañado de una ensalada y un bol de arroz hervido. Eso sí, no os olvidéis el pan, os encantará rebañar la salsa.
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