Estos tres alimentos que parecen saludables en realidad no lo son tanto, según advierte este médico

Es importante no caer en reclamos publicitarios y leer con atención el listado de ingredientes y la información nutricional

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Todos creemos tener bastante claro qué productos del supermercado conviene evitar para mantener una dieta saludable, como patatas fritas y otros snacks, dulces y postres, alimentos cargados de grasas saturadas, azúcares libres y sal, etc. Sin embargo, también son muchos, y cada vez más, los 'falsos amigos' que, a primera vista, parecen buenos para la salud, pero que en el fondo son tan perjudiciales como los que peor fama tienen.

Muchos son productos que se publicitan además como aliados para adelgazar, como las infames tortitas de arroz dietéticas, que ni ayudan a perder peso ni son nada saludables. Pero, advierte el médico británico Michael Mosley, conocido por su divulgación en televisión y autor de varios libros de salud, hay otros alimentos que parecen cotidianos cuyo consumo deberíamos limitar al máximo porque "hacen más mal que bien".

Chips vegetales

Los chips de verduras, hortalizas y frutas exploraron industrialmente hace unos años como supuesta alternativa saludable a las patatas fritas tipo chip de bolsa. Pero que sean vegetales no quiere decir que sean sanas.

Obviamente, el valor nutritivo de las verduras frescas no es el mismo que el de los chips vegetales, fritos. De hecho, el principal problema de todas las patatas fritas es el aceite o grasa que absorben durante la fritura, el exceso de sal y la alta palatilidad que nos hace comer muchas de golpe.

Mosley propone como alternativa sana de verdad las verduras crudas o crudités, frutos secos al natural o tostados, o semillas, como las pipas de girasol sin sal.

Desnatados y bajos en grasas

Leche

Aunque ahora se lleva más la tendencia de la guerra contra el azúcar o el aceite de palma, aún tienen mucha popularidad los alimentos desnatados y bajos en grasas. Mosley señala que afirmaciones como '0% de grasa' y similares deben hacernos desconfiar, pues ni la grasa de los lácteos es perjudicial, ni lo que añaden para compensar es sano.

Los alimentos desnatados como la leche o los yogures sufren pérdida de nutrientes esenciales y suelen llevar azúcares añadidos, almidones y espesantes, edulcorantes, etc. Además, no hay vinculación entre los lácteos enteros con el sobrepeso, y de hecho son buenos aliados para adelgazar. La alternativa saludable son los lácteos naturales originales, lo menos procesados que sea posible, o hacer nuestro propio yogur casero.

Vinagretas, aliños y salsas para ensaladas

Vinagreta

Si leemos el etiquetado nutricional de las ensaladas comerciales podríamos llevarnos una sorpresa, ya que algunas incluso engordan más que una hamburguesa o una ración de patatas fritas. Y a menudo esas calorías, grasas y azúcares llegan de mano de las vinagretas y salsas, que también podemos encontrar envasadas en los supermercados.

Como afirma Mosley, en realidad son auténticas bombas de calorías, y su composición dista mucho de ser la ideal: "Contienen una enorme cantidad de calorías. Están llenos de aditivos para prolongar su vida útil. Además, contienen espesantes y todo tipo de productos que no deberían estar en las vinagretas". No hay nada más fácil que hacer vinagretas caseras, así que mejor optar por hacerla nosotros mismos.

Imágenes | Freepik/gpointstudio - iStock/JackF

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