Mundialmente conocidos como biscotti, las típicas galletas italianas alargadas y duras con almendras son en realidad cantucci, que ya sabemos que tienen variantes por muchos países mediterráneos, incluyendo España con los carquinyolis. No importa su versión: están buenísimos. La idea de probar una versión vegana era una buena excusa para hornear este dulce capricho en casa una vez más.
La elaboración básica es una masa húmeda de huevo batido con azúcar, harina y almendras, a menudo con un poco de mantequilla para suavizar la textura. Esta versión de Italian Home Cooking es una adaptación de las también típicas ciambelline, pequeñas rosquillas de vino que pueden ser dulces o salados, cuya masa lleva aceite en lugar de lácteos. Al no contener tampoco huevos, es apta para veganos y alérgicos e intolerantes a estos ingredientes.
El autor sustituye el vino blanco por vermú y nosotros hemos optado por emplear mistela, un licor dulce típico sobre todo en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana para las sobremesas y muy empleado en la repostería tradicional. Combina de maravilla con la almendra y ese toque anisado del hinojo -que se puede sustituir por matalaúva- y aporta un aroma sensacional a los biscotti.
Se pueden emplear almendras enteras o en bastones, que quedarán mejor si los tostamos ligeramente en el horno o sartén para liberar su aroma (no demasiado o podrían quemarse en el horno). Trocear groseramente a cuchillo.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y preparar una bandeja con papel sulfurizado. Mezclar en un recipiente amplio las harinas, la levadura, las semillas de hinojo o anís y la sal, y formar un hueco. En otro recipiente batir con varillas manuales el aceite, la mistela, el azúcar, la ralladura de limón y los aromas.
Verter estos líquidos en los secos y echar también las almendras. Trabajar la masa hasta homogeneizar. Si estuviera demasiado seca, añadir más licor o un poco de agua. Formar dos rectángulos alargados de un dedo de grosor en la bandeja, de unos 5 cm de ancho, y hornear 25-30 minutos.
Sacar del horno y esperar 10 minutos a que se enfríen al tacto. Bajar la temperatura del horno a 120ºC. Cuando no quemen, cortar con un buen cuchillo de sierra en bastones y poner con un corte hacia abajo de nuevo en la bandeja. Hornear unos 30 minutos más, volteándolos a mitad de tiempo para que se hagan uniformemente.
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Con qué acompañar los biscotti veganos
Como todas estas galletas, los biscotti veganos son fabulosos para endulzar la sobremesa, un café a media tarde o una copa de vino después de cenar. Un vaso de leche sin más, café con leche favorito, alguna infusión o té, o también un vaso de horchata de chufa pueden acompañar las galletas en cualquier momento como capricho puntual. Aguantan muchos días crujientes en un recipiente hermético.
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