La Rebel Whopper, la hamburguesa 100% vegetariana de Burger King, está ya disponible en todos los restaurantes de la cadena en España. No hacía falta realizar programas pilotos, como ocurrió en Estados Unidos: la apuesta parece segura y se ha estrenado de forma simultánea en más de 2.500 restaurantes de 25 países europeos.
Pedimos nuestra Rebel Whopper a domicilio, junto a una Whopper convencional, para poder compararlas más fácilmente. Aunque se había anunciado que la versión vegetariana de la hamburguesa más famosa de Burger King iba a tener un precio ligeramente superior, de momento, al menos a través de su aplicación, tienen exactamente el mismo coste: 4,70€.
Pero, antes de hacer el pedido, queríamos comprobar si, al igual que ocurre en Estados Unidos, la nueva Rebel Whopper se cocina en la misma parilla que el resto de hamburguesas de carne. La respuesta es afirmativa.
Como nos explican desde el Burger King madrileño al que hacemos el pedido, la hamburguesa vegetariana se cocina exactamente igual que la Whopper convencional y, además, lleva por defecto mayonesa, lo que la invalida para los consumidores veganos (aunque se puede pedir sin ella).
Tal como aseguró en su día Chris Finazzo, presidente de Burger King en Estados Unidos, la compañía busca que el producto sepa “exactamente” como una Whoper: “Parece carne de ternera, huele a carne de ternera y tiene la misma textura que la carne de ternera”.
Pero en Europa esto no es exactamente cierto.
La cata: no sabe a carne, pero sí a Whopper
Al desempaquetar la Rebel Whopper lo primero que notamos es que, pese a tener exactamente los mismos elementos, la hamburguesa en sí es visualmente muy distinta a la de carne: tiene un color que podríamos calificar de verde mortecino, que no es especialmente apetecible.
Pero la cosa cambia notablemente al hincarle el diente. La Rebel Whopper no sabe igual que la original, pero está francamente buena: la hamburguesa tiene una textura agradable y es, incluso, más jugosa que su versión de carne. Si damos después un mordisco a la Whopper convencional nos damos cuenta de que, en realidad, la carne está bastante más tiesa, pero tiene un sabor animal que no se encuentra en su versión vegetariana.
La nueva hamburguesa vegetariana no sabe a carne, pero sí a Whopper: al final es el pan, las guarniciones y la salsa lo que verdaderamente configura su sabor. Y en este sentido el bocado está logrado.
¿De dónde sale la hamburguesa?
En Estados Unidos Burger King ofrece la hamburguesa de Impossible Foods –que es la mejor carne falsa lograda hasta la fecha– cuya comercialización no es posible en Europa, dado que contiene una levadura genéticamente modificada para fabricar la la leghemoglobina de la soja (responsable última de su sabor tan similar al de la carne) que no ha sido aprobada para su consumo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
La cadena ha decidido no esperar a que su proveedor estadounidense pueda trabjar en Europa y ha apostado por otra hamburguesa vegetal para sus restaurantes europeos, la que fabrica The Vegetarian Butcher, una compañía británico-neerlandesa que el gigante de la alimentación Unilever adquirió finales del año pasado.
La hamburguesa está elaborada con una mezcla secreta de soja, trigo, aceite vegetal, cebolla y especias.
Respecto a su valor nutricional, es similar a la de la Whopper convencional. Tiene 604,7 calorías frente a las 640,3 de la versión carnívora. Sus composición tampoco cambia demasiado: tiene la misma grasa, la misma azúcar y casi las mismas proteínas. No es por tanto más saludable.
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