Este salón oscuro y recargado de los 90 es ahora un espacio lleno de luz y confort, con cocina incluida

De cocina cerrada a salón abierto, el cambio de este piso demuestra que la luz y la amplitud pueden ganarse sin renunciar a la comodidad

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Joana Costa

Editor

Transformar un piso antiguo en un hogar contemporáneo nunca es tarea fácil. Este proyecto de @transformadecoracionyreformas partía de un apartamento de 70 metros cuadrados, con suelos brillantes, paredes amarillentas y una distribución anticuada que limitaba la entrada de luz. 

El objetivo: convertirlo en un espacio moderno, funcional y lleno de vida. El punto de partida era el típico piso de los noventa, con ambiente recargado y una cocina cerrada al salón, junto a un salón con forma lineal.

La falta de conexión entre estancias hacía que el conjunto pareciera más pequeño y sombrío. Cada estancia parecía vivir por su cuenta, sin diálogo ni continuidad visual. Un auténtico desastre visual a los ojos de los años 2025.

Eliminación de tabiques

La reforma apostó por eliminar los tabiques y unificar los espacios de cocina, comedor y salón. Ese gesto cambió completamente la percepción de la vivienda: la luz empezó a fluir y la amplitud se multiplicó. Según @transformadecoracionyreformas, la clave fue mantener una paleta clara y materiales que reflejaran la luz natural.

El piso antes de la reforma

Mobiliario lacado

La nueva cocina es una lección de minimalismo blanco. El mobiliario lacado, sin tiradores visibles, genera una sensación de orden visual. La encimera continua de cuarzo y el fregadero negro aportan contraste, mientras unas lámparas colgantes en acabado mate añaden un punto de sofisticación. 

Una cocina luminosa y blanca

Asimismo, una isla central sirve de nexo entre la zona de aguas y el comedor, reforzando la idea de un espacio fluido. La atmósfera combina referencias nórdicas y mediterráneas: la pureza del blanco y las líneas depuradas dialogan con la calidez de la madera y los textiles neutros. 

Suelo unificador

Además, el suelo vinílico que imita la madera clara unifica toda la vivienda, aportando una sensación doméstica, serena y natural. El resultado respira armonía y luminosidad.

El salón, antes estrecho y pesado, se ha transformado en un espacio que invita a respirar y que se abraza al resto del espacio con una columna. Los muebles oscuros dieron paso a un sofá modular en tonos piedra y una mesa de centro ligera, de cristal y metal. La transparencia y la luz indirecta sustituyen a la rigidez anterior, generando un ambiente acogedor y actual.

Un espacio diáfano para unificar las dos estancias

Los paneles listonados de madera natural delimitan sin cerrar, creando ritmo y textura. Los electrodomésticos integrados mantienen la pureza visual, y las luces cálidas refuerzan la continuidad entre zonas. Cada decisión parece pensada para potenciar la sensación de calma y equilibrio.

Espacio habitable

Según @transformadecoracionyreformas, la reforma no solo buscaba estética, sino también funcionalidad. El objetivo es darle a este espacio plena con naturalidad", explican. Esa búsqueda se nota en cada rincón: en la coherencia cromática, en los materiales táctiles, en la luz que ahora inunda la vivienda.

El resultado final es un hogar moderno y sereno, que demuestra cómo una planificación inteligente puede transformar un piso oscuro y anticuado en un espacio lleno de estilo, calidez y personalidad. Es una reforma que no solo cambia un lugar, sino también la manera de habitarlo.

Foto | Google IA

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