Si te gusta el deporte es posible que la crema de cacahuete haya entrado en tu vida de lleno. Fuente de energía y llena de beneficios, este ingrediente ha pasado a formar parte de nuestra despensa ideal, porque hacer crema de cacahuete en casa no puede ser más sencillo.
También se ha convertido en un ingrediente más en nuestra cocina, como lo hizo el tahini que ahora usamos en infinidad de platos. Esta receta repleta de energía, es perfecta para tomar en cualquier momento, aunque al tratarse de una receta de dulce, es recomendable que su consumo sea moderado si queremos seguir una alimentación saludable.
Son fáciles de hacer, se conservan estupendamente en un bote de cristal durante días y están buenísimas. Te contamos cómo hacer esta receta de galletas de avellanas con mantequilla de cacahuete y avena.
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Antes de empezar a picar y mezclar, vamos a poner el horno para que se vaya calentando a 180ºC. Mientras se calienta, picamos a cuchillo las avellanas. No queremos un polvo, sino que haya trozos irregulares y de distintos tamaños.
En un bol colocamos la mantequilla en punto de pomada (blandita) con la mantequilla de cacahuete y el azúcar. Si te animas, hasta puedes hacer tu propia mantequilla siguiendo los pasos de este vídeo:
Batimos con una batidora de varillas durante cinco minutos o hasta que la masa quede muy cremosa y haya aumentado de volumen. Añadimos los huevos uno a uno mientras seguimos batiendo, y después, la esencia de vainilla.
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Es el momento de los ingredientes secos. Añadimos la harina de trigo, la de avena, la sal y la levadura, moviendo ligeramente hasta que la harina se haya integrado por completo. Echamos las avellanas picadas antes y movemos hasta que se mezclen.
En una bandeja engrasada o con papel sulfurizado (puedes usar un tapete de silicona que son reutilizables y más ecológicos), colocamos bolitas de masa a las que daremos forma con las manos. Una vez estén todas en la bandeja las aplastaremos con un tenedor para darles la forma y conseguir ese aspecto rústico que tanto nos gusta. Si el tenedor se pega, humedécelo ligeramente antes de aplastar cada bolita.
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Con el horno bien caliente (ya te contamos la importancia del horno para conseguir unas magdalenas esponjosas y aquí nos ocurre lo mismo), metemos las bandejas con las galletas y horneamos durante unos 15 minutos o hasta que se hayan dorado. Una vez cocidas, las dejamos un par de minutos en la bandeja y luego las pasamos con cuidado a una rejilla para que se enfríen por completo antes de guardarlas.
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Nos encanta visitar una pastelería, especialmente si hablamos de las mejores pastelerías de Madrid, pero el placer que nos da cocinar en casa y que todo huela a dulce, no lo cambiamos por nada.
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