He de reconocer que cuando se trata del desayuno me tira más el dulce, pero mis preferencias cambian cuando se me pone delante una tarta de beicon y huevo. Soy una chaquetera, lo se, pero seguro que entendéis el porqué de mi infidelidad temporal. Un desayuno perfecto para San Valentín, capaz de enamorar a los más golosos (como una servidora).
A una tarta de beicon y huevo, con base de hojaldre crujiente y un punto de queso fundido acompañada del dulzor de los espárragos trigueros no hay quien se resista. Es tan sencilla de preparar que dan ganas de hacerla a diario, pero tampoco conviene excederse pues es muy saciante. Por eso la recomendamos para ocasiones especiales y San Valentín nos parece perfecta.
Cortamos las lonchas de beicon en tiras y las freímos durante un par de minutos a fuego medio. No queremos que se cuezan del todo, solo darles un poco de color. En la misma sartén, con la grasa que ha desprendido el beicon, salteamos los espárragos (de los que habremos retirado la parta final del tallo) durante otro par de minutos. Dejamos atemperar.
Mientras tanto, cortamos la lámina de hojaldre en cuatro partes iguales. Colocamos una lámina de papel sulfurizado sobre una bandeja de horno y transferimos los cuadrados de hojaldre a la misma. Doblamos los laterales formando un cordón, para que no se nos escape el huevo cuando lo coloquemos, y untamos cada una con salsa de tomate.
Espolvoreamos cada hojaldre con queso rallado y, sobre este, repartimos el beicon. Hacemos un hueco en el centro donde colocar el huevo y decoramos con dos espárragos por hojaldre. Salpimentamos al gusto y cocemos en horno pre-calentado a 200ºC durante unos 15 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está listo.
Para que la base del hojaldre nos quede bien cocida y tan crujiente como los bordes, conviene colocar la bandeja en la parte inferior del horno. De esta manera el calor de la base estará cerca de la bandeja y el hojaldre quedará en su punto. También podemos cocer solo con el horno encendido en su parte inferior y colocar la bandeja en el centro. Al gusto.
Con qué acompañar la tarta de beicon y huevo
Despertar una mañana cualquiera y empezar el día con una tarta de beicon y huevo es un lujo. Aunque nuestra propuesta es para San Valentín, podemos darnos el capricho en cualquier otro momento y disfrutar del sabor y textura de esta tarta de desayuno que está en su mejor momento recién salida del horno.
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