Vacaciones en Punta Cana: Postres, de todo un poco como en todas partes

De algo que no nos hemos privado durante nuestra estancia en la Punta Cana, ha sido de los postres, creaciones que resultan tentadoras al paladar y logran captar la atención de todos los turistas, postres con denominación de origen mexicana, dominicana, occidental, etc. Entran por los ojos, algunos son apreciados por el paladar, otros a pesar de su aspecto majestuoso resultan quizá un poco insípidos o faltos de consistencia, en fin he aquí un pequeño resumen.

Esta primera foto corresponde a un simple helado de nata pero con una sugerente presentación que invita a disfrutar de su sabor, se encuentra sobre una base de crujiente galleta y una salsa de mango muy suave que emula a los rayos del sol.

Este es el Rulo de chocolate al Amaretto que tomamos en el restaurante mexicano, como todo lo que degustamos en este restaurante a la carta, estaba riquísimo (aunque no olvidamos la posible intoxicación alimentaria que nos provocó), aunque llegó un momento en el que tuvimos que retirar parte del relleno por lo amargo que resultaba.

La presentación de la fruta resulta muy caribeña y tienta a disfrutar de ella, varias brochetas formadas por dados de piña y melón ideales tras una copiosa comida a base de ensaladas, pollo y langosta. La piña sublime, un sabor dulce y suave, incluso el tronco central resultaba tierno. En cambio, el melón, a pesar de presentar un color muy atractivo, es bastante insípido, el sabor se encuentra muy por debajo del que ofrecen los melones españoles.

Este es un bombón de chocolate muy vistoso que apetecía degustar, el sabor que confería quizás se alejaba un poco de nuestras pretensiones ya que el sabor y la textura de la salsa de chocolate con la que se bañó carecía de la consistencia adecuada, como si le faltara cacao. La masa mostraba claramente el sabor que ofrece la harina siendo quizás excesivo, claro que sobre gustos colores, hay quien disfrutó de este vistoso postre.

El flan de coco que podéis ver en la fotografía superior es quizás uno de los postres que más nos gustaron, el aroma que desprendía era sublime y el sabor magnífico, no esperaríamos menos de un país en el que exceden los cocos. Acompañaba al flan una fina capa de miel extremadamente suave y una guinda a modo decorativo, en la foto se pueden apreciar perfectamente las ralladuras de coco fresco.

El Brownie de chocolate satisfizo nuestra ansia por el chocolate negro, no así los helados que se encontraban a diario en los buffets (muy faltos de sabor). No es difícil hacer un dulce de estas características con un cacao de calidad, nueces y ganas de satisfacer, un aprobado.

Un detalle que nos gustó mucho fue que en los restaurantes a la carta, de los que se podían disfrutar tres noches por cada siete de estancia, es que los postres eran físicamente presentados en un carrito, lo que facilitaba enormemente su elección (aunque no siempre satisfactoriamente), ya sabemos que se come por los ojos.

También pudimos tomar el agua de coco que un jardinero nos facilitó, un coco caído de la palmera en sus manos es tratado para ofrecérnoslo con una cañita y a saciar la sed, sí, como en las pelis. Una delicia que tomarás con más placer a cambio de unas monedas.

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