Esto es lo que te puede pasar si pides una tortilla de patatas en Francia: “En la historia han empezado guerras por menos”

Joana Costa

Editor

Viajar amplía horizontes, dicen. Aunque a veces también te pone a prueba el estómago, sobre todo cuando pides una tortilla de patatas en el extranjero y lo que te traen parece más una broma que un plato. Le ha pasado a la española Raquel Mosquera en un restaurante francés, y, como no puede ser de otro modo, lo recibido ha encendido las alarmas gastronómicas en redes sociales.

Tras cuatro años viviendo en Francia, pidió una Tortilla de pommes de terre, lo que vendría siendo una traducción de Tortilla de patatas, pero no. Lo que le sirvieron fue una especie de tortilla de maíz rellena de patatas deluxe, algo así como un híbrido entre un taco y una empanadilla con complejo de plato típico.

Aparentemente crujiente por fuera, con un relleno generoso pero desconcertante. Ni rastro del huevo esponjoso, ni del dorado suave de una tortilla casera. La española ha subido este aborto de tortilla y las redes han hecho el resto: 2,6 millones de reproducciones en solo tres días.

Las redes no han tardado en arder con comentarios que van, evidentemente, desde la sorpresa hasta la indignación. “Me esperaba todo menos eso”, dice una, mientras que otros le reprochan pedirse el plato patrio en Francia: “Pues no vayas a Francia a comer una tortilla de patatas criticones”, dice otra.

Con el verso de Lady Gaga I don’t wanna be French de fondo, los hay que tratan de explicar el juego de palabras involucrado en esta confusión: pues tortilla es omelette en francés y para estos la tortilla es lo que muchos entendemos por tortita (las de los tacos). Pero también hay quienes le ponen humor: “En la historia han empezado guerras por menos”.

Hasta hay otras nacionalidades que se solidarizan con este desaguisado culinario: “Me han llorado los ojos y siendo marroquí. Yo hago una tortilla con cebolla buenísima.

También, los que señalan a otros países de desastres en la materia: “Me pasa cuando voy a Portugal. Pedí un churrasco pensando que era carne a las brasas y me llevaron una morcilla súper dura que ni mis perros la querían”.

Foto | @raquelml11/Tik Yok

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