Cohen acusa a la multinacional de prohibirle desarrollar un helado sabor sandía para apoyar la paz en Palestina. Lo ha lanzado al mercado el mismo
Siguen las aguas revueltas en la tensa relación entre Ben & Jerry's y Unilever, la multinacional propietaria de la compañía de helados. Tras la salida el mes pasado de uno de sus cofundadores, Jerry Greenfield, ahora su compañero Ben Cohen acusa a la matriz de haber vetado el desarrollo de un helado destinado a defender la paz en Gaza.
En declaraciones al diario británico The Guardian, Cohen asegura que Unilever está participando en una “besada de culo empresarial” a Donald Trump, cediendo a las exigencias del presidente estadounidense y limitando por completo la libertad de actuación de Ben & Jerry's, que siempre se ha manifestado abiertamente en contra de la actuación de Israel en Palestina.
En opinión de Cohen, Unilever está llevando a cabo un “ataque corporativo contra la libertad de expresión”, al prohibir a la marca heladera que fundó hace 50 años desarrollar un nuevo sabor especial en solidaridad con el pueblo palestino. Este sabor habría sido aprobado por la junta independiente de Ben & Jerry's hace meses, pero The Magnum Ice Cream Company, la reciente filial de Unilever para su sector de helados, detuvo el desarrollo este verano.
Ben & Jerry's siempre ha mantenido un activo posicionamiento político desde sus fundación, conservando el espíritu hippie de sus fundadores, participando en casusas sociales como la defensa de los derechos LGTBI o campañas por el clima. A lo largo de su historia han lanzando varios sabores activistas en apoyo de distintas campañas, como el popular I Dough, I Dough , que celebraba la legalización del matrimonio homosexual en Estados Unidos.
Las dificultades para continuar con su labor social empezaron tras la compra de la marca por parte de Unilever en el año 2000, especialmente en lo concerniente a las críticas de Ben & Jerry's contra Israel, que le han costado a Unilever la pérdida de varios importantes inversores, llegando a acusar a los cofundadores de la heladera de emitir una “continua percepción de antisemitismo” con sus declaraciones a favor de los palestinos.
Cohen, que continúa ligado a Ben & Jerry's como embajador oficial de la marca, participando en la junta que la compañía conserva como parte del acuerdo inicial con Unilever, ha denunciado en sus redes sociales que se les está impidiendo “hacer helados con un propósito”. Además, se ha comprometido a elaborar el helado solidario él mismo, animando al público a participar en su desarrollo, utilizando como base la sandía, fruta que representa simbólicamente al pueblo palestino.
Aunque el helado no estará a la venta, se lanzará como un pequeño lote bajo su marca personal Ben's Best para llamar la atención pública y reivindicar la paz y la reconstrucción de Gaza. “Debemos seguir usando nuestra voz cuando Ben y Jerry no pueden, para asegurar la paz, la justicia y la dignidad en Palestina”, afirma Cohen tras denunciar el veto de Unilever y Magnum.
Imágenes | Ben Cohen
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