Conocido por aparecer como snack en restaurantes chinos, este snack de masa de tapioca y crustáceos no se originó en China
Esa bandeja de “pan de gambas” en la mesa del restaurante chino más cercano es un clásico que todos conocemos. El snack, ligero y aireado, con sabor a pescado, se ha convertido en un saludo de cortesía antes del plato principal, pero su origen poco tiene que ver con la tradición culinaria china que la mayoría asocia.
En realidad, este aperitivo es una joya gastronómica del sudeste asiático. Países como Indonesia, Malasia, Vietnam y China lo disfrutan bajo distintos nombres locales: krupuk udang, keropok o banh phong tom.
Los indonesios, en particular, suelen adjudicarse su invención y el nombre “krupuk” es casi una onomatopeya del crujido que produce, una pista directa de su identidad sensorial, según El País.
Esa popularidad en nuestra cultura occidental no proviene directamente del sudeste asiático, sino de los restaurantes chinos que la exportaron globalmente en forma de aperitivo de sus restaurantes. Por eso, durante décadas muchos lo han dado por típico de la cocina china, cuando en realidad es un invitado que se acomodó en el menú, pero sin pertenecer a la familia.
Según cuenta el creador de contenido @elchinosevillano, este aperitivo ni es pan ni es chino, sino que se hizo famoso en los restaurantes asiáticos en Europa y, es más, no es un snack que sea costumbre ponerlo en las mesas en China. "Aquí cada uno (cada restaurante) puede elegir si ponerlo de cortesía o cobrarlo", asegura, por lo que recomienda informarse antes de mojarlo en salsa agridulce.
1. No es pan (literalmente)
Aunque lleva la palabra “pan”, esta galleta crujiente está hecha de una base de almidón de tapioca o patata combinada con pasta concentrada de marisco o un aderezo con sabor a gambas secas. Esa mezcla se moldea, se cuece al vapor, se deshidrata y luego se fríe en aceite caliente, donde se expande y adquiere una textura ultra ligera.
2. Sudeste Asiático, epicentro real
Según el restaurante chino Gran Muralla, en Indonesia se conoce como krupuk udang, en Malasia como keropok udang y en Vietnam como banh phong tom; en China también existe pero es más bien una adaptación. La popularidad en lugares como Países Bajos tiene raíces coloniales: allí lo llaman kroepoek, legado de las rutas asiáticas.
3. Un nombre que engaña
Aunque sea difícil de creer, muchas de las versiones comerciales que encontramos contienen muy poca gamba real, en ocasiones apenas un 7–10 %. El sabor crujiente rey es logrado gracias al almidón y los aromatizantes, no al marisco fresco.
4. Minimalismo de ingredientes
La receta básica no tiene misterio: almidón (tapioca o yuca), pasta o polvo de gambas, sal, agua y aceite para freír. Gracias a ese perfil simple y económico, es un favorito de cocineros y comensales por igual, especialmente cuando se busca algo rápido, ligero y sabroso.
Foto | Elchinosevillano
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