Las dos cosas más importantes que debes llevar siempre cuando vas a buscar setas no son la cesta y la navaja

Hay que tener consciencia de que la noche, en algunos montes españoles, se cierra realmente pronto, comprometiendo el regreso del setero

Jaime de las Heras

Editor Senior

El invierno llega, aunque no quieras, cantaba Rocío Jurado en Se nos rompió el amor. Y Winter is coming, que dijeron por activa y por pasiva en Juego de Tronos, son dos realidad que conviene comprender, aunque no nos demos cuenta, a la hora de ir a buscar setas.

Si bien no está siendo, en términos generales, el mejor año setero en España porque se han dado condiciones climatológicas poco propicias, siempre conviene tener en cuentas algunas precauciones antes de echarse al monte.

No solo insistimos en que no nos adentremos en propiedades privadas o que tengamos claro que, en determinadas zonas, debemos contar con un permiso especial, sino en cómo nos vamos al campo.

En este sentido, hay algunas máximas que todo amante de la micología debe conocer y comprender. Una de ellas, quizá la más importante, es que no se deben recolectar setas con una bolsa de plástico o, en general, cualquier elemento impermeable como un balde, una espuerta o una nevera portátil.

Las setas siempre se deben recoger en cesta o elementos altamente permeables que permita que las esporas de ellas se vayan esparciendo por el monte a medida que caminamos. Una labor silenciosa e invisible de siembra, pero fundamental.

También es importante que llevemos un buen cuchillo para cortar las setas, no arrancándolas del suelo, sino haciendo un corte limpio. Si las arrancamos, nos arriesgamos a que el pie de la seta, al descomponerse, cause daños al resto de la seta.

Sin embargo, no solo se trata de recolectar lo mejor posible para mantener el ecosistema, sino también de que no haya riesgo en el monte. Por eso, volviendo al inicio de las complejidades del invierno, reforzamos un mensaje que manda la cuenta de X del 112 en Castilla y León: ser cautos.

En este caso, insisten en "que es muy útil que llevar también una linterna y un silbato" porque en "ocasiones en que algún setero termina extraviado a última hora de la tarde esto permite localizarle con más facilidad".

Parece una chorrada, pero cuando la noche cerrada cae rápido en mitad de un monte, el retorno al coche puede ser bastante más complicado de lo que creemos. 

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