El reciclaje de plásticos ¿Una tomadura de pelo?

Siempre he sido un reciclador concienciado. A pesar de que los tres recipientes que tengo en la cocina para separar el papel, el vidrio y las latas y el plástico ocupan bastante espacio, no quiero renunciar a aportar mi granito de arena para reducir el impacto medioambiental que tanto envase produce. Pero últimamente he conocido información de primera mano que me ha hecho ver que el reciclaje de plásticos es una tomadura de pelo.

Hasta ahora, era consciente de que el plástico es muy difícil de reciclar, que solo de algunos tipos de envase se podía sacar provecho y que el resto simplemente se almacenaba separado de la basura orgánica. Lo cual era para mi motivo suficiente para clasificar los plásticos (y las latas) en mi basura, y eso que es lo que más engorroso resulta, pues es el material más habitual en los envases (bandejas, briks, envoltorios, botellas, latas…) y el que más volumen ocupa.

Pero desde hoy, ya no lo hago. ¿Por qué? Pues porque dos personas diferentes que trabajan o han trabajado en una planta de tratamiento de residuos de Valencia, me han avisado de que tanto los contenedores de plástico como los de basura orgánica se vierten en la misma línea de clasificación, haciendo que todo el trabajo de separación realizado en casa resulte inútil.

Ante semejante aberración, pregunté atónito cuál era el motivo, y ambos me contestaron lo mismo. Resulta que las subvenciones para el tratamiento de residuos se otorgan cuando la recogida de residuos es selectiva, con los contenedores y camiones separados según los diferentes materiales, pero no dice nada de que su tratamiento deba de ser por separado, por lo que para ahorrar costes, ésta se realiza conjunta.

Con el papel y el vidrio no siempre ocurre lo mismo porque de su reciclaje sí que se obtienen beneficios, pudiendo reutilizarse efectivamente para realizar cartón, papel reciclado o nuevos envases de vidrio. Las latas y otros metales, de los que también se recupera mucho material, se obtienen fácilmente de cualquier línea de selección gracias al uso de grandes imanes, por lo que tampoco es necesaria su clasificación previa.

Supongo que imaginaréis la cara de tonto que se me quedó, tras años separando y reciclando, guardando latas, botellas y envases de plástico para verterlos en el contenedor amarillo, y que después resulte que, al menos en mi ciudad, el reciclaje de los plásticos sea una auténtica tomadura de pelo.

Esta es una sospecha que siempre había tenido, que tanto recoger y separar, tanto concienciar y promover el reciclaje, para que luego las empresas encargadas deshagan todo el trabajo hecho en nuestras cocinas con el fin de ahorrarse unos euros ¡Cómo si no pagáramos suficientes tasas por la recogida de basuras!

Buscando por la red, he encontrado este vídeo del famoso programa Caiga Quien Caiga, que hace ya 4 años denunció que en Murcia se estaban llevando al vertedero todos los residuos, sin distinción ni tratamiento alguno.

Por mi parte, ya he renunciado a clasificar el plástico y las latas, tratando de reducir siempre el uso de los primeros, pero me resisto a no hacerlo con el papel y el vidrio, albergando la esperanza de que sirva de algo, como también espero que ayude denunciar estas prácticas bochornosas.

Imágenes | Epsos.de y Alex E. Proimos en Flickr
En Directo al Paladar | Del plato al vertedero, el largo viaje de nuestra basura

Portada de Directo al Paladar