Es una chorrada, pero este pequeño gesto me ha ayudado de verdad a incorporar más legumbres en mi dieta

Todo el mundo sabe a estas alturas que las legumbres son un aliado fundamental en una dieta saludable.  

Debido a su alto contenido en fibra y proteínas vegetales favorecen la saciedad y, de esta forma, ayudan a comer menos. Sobre todo en invierno, me resulta casi imposible quedar saciado con una ensalada, pero si me das un plato de alubias tengo energía de sobra para todo lo que queda del día.

Aunque siempre podemos recurrir a las legumbres de bote, que son muy socorridas, lo cierto es que no hay nada comparable a un buen potaje de garbanzos o unas alubias guisadas. Platos que cada vez hacemos menos solo por una razón: tenemos que acordarnos de poner las legumbres en remojo.

Si dejamos a un lado las lentejas, que por su tamaño más pequeño no lo necesitan, el resto de legumbres tienen que pasar en remojo al menos ocho horas si queremos que no tarden una eternidad en cocinarse.

De toda la vida, y así se indica en la mayoría de recetas, las legumbres se dejaban en remojo la noche anterior, para cocinarlas a la mañana siguiente. Pero, dado el actual ritmo laboral, esto resulta casi una quimera. Entre semana nadie puede andar cocinando alubias por la mañana y, en fin de semana, lo más probable es que se te olvide.

Mejor hacer el remojo por la mañana

Hace años, empecé a poner alubias en remojo por la mañana. Vale, no he inventado la rueda, pero he cogido el hábito, y en casa comemos alubias y garbanzos –que, todo sea dicho, me gustan más que las lentejas– todas las semanas.

Al poner la legumbre a remojo por la mañana, antes de empezar a currar, puedo cocinarlas sin problemas por la noche, cuando tengo más tiempo para preocuparme de ellas. No es que las coma para cenar. Me cenaría unos garbanzos sin problema, pero procuro cenar pronto y no me da tiempo a cocinarlos. 

Como no soy muy amigo de la olla exprés para las legumbres –me cuesta mucho cogerles el punto–, me lleva hacer este tipo de platos dos o tres horas, pero no hay problema: pongo las legumbres a cocer mientras hago la cena y están listas antes de irme a la cama.

Además, cualquier guiso de alubias o garbanzos se beneficia de unas horas de reposo, así que tengo el plato en su punto ideal para la comida. 

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