Las columnas de electrodomésticos son útiles para ahorrar espacio, pero hay dos aparatos que nunca deberían ir juntos

La arquitecta Emma Guillén advierte del error más común en cocinas pequeñas y explica cómo solucionarlo

Joana Costa

Editor

En la distribución de una cocina, casi siempre se priorizan los colores, los acabados o la forma de aprovechar cada rincón. Pero hay un detalle que muchos pasan por alto y que puede afectar al consumo energético y al buen funcionamiento de los aparatos.

Esto es: la ubicación de los electrodomésticos. Según la arquitecta Emma Guillén, colocar el frigorífico junto al horno o al microondas en columna es un error más frecuente de lo que parece.

Aunque no hace falta ser un experto en arquitectura para llegar a esta conclusión, ciertamente es un error de distribución colocar el frigorífico junto al horno en columna, ya sea por falta de espacio o desconocimiento. 

No se trata solo de estética o comodidad: el problema está en que los aparatos que generan calor interfieren directamente con los que necesitan mantener el frío. Son, evidentemente, polos opuestos.

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Trabajo extra

Cuando el frigorífico está junto a una fuente de calor constante, el compresor trabaja más de lo necesario para mantener la temperatura interna. Ese esfuerzo extra se traduce en un mayor consumo eléctrico, más ruido y un desgaste prematuro del aparato.

Además, el calor dificulta la correcta ventilación, reduciendo la eficiencia y la vida útil del electrodoméstico. Por eso, hay que mantener una separación mínima entre los electrodomésticos de calor —como hornos, microondas o placas— y los de frío, como frigoríficos o congeladores. 

En muchos casos, basta con reorganizar los módulos o cambiar la ubicación de un enchufe para lograr una cocina más eficiente y duradera. Ahora bien, i el espacio no permite separarlos, hay alternativas prácticas. 

Opciones intermedias

Guillén recomienda colocar un panel aislante entre ambos electrodomésticos. Este material actúa como barrera térmica, evitando que el calor del horno afecte al rendimiento del frigorífico. Es una solución económica y sencilla que puede marcar la diferencia.

Otra recomendación es evitar que el frigorífico reciba luz solar directa o esté junto a radiadores, ya que cualquier fuente de calor cercana obliga al motor a trabajar más. Incluso unos centímetros de distancia o una lámina protectora pueden mejorar notablemente su eficiencia.

Planificar con criterio, ventilar correctamente y respetar las zonas térmicas de la cocina no solo ahorra energía: también prolonga la vida útil de los electrodomésticos y evita reparaciones futuras. Porque, como recuerda Guillén, una cocina bien distribuida no es solo más bonita, sino mucho más inteligente.

Foto | Google AI

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