Mezcla de azul profundo y verde acuático, será el color del año 2026 según WGSN y Coloro, y promete transformar los interiores con su energía serena
El mundo del diseño ya tiene nuevo referente cromático. Transformative Teal, una mezcla hipnótica de azul profundo y verde acuático, ha sido elegido como Color del Año 2026 por los institutos de tendencias WGSN y Coloro. Este tono, sereno pero con carácter, simboliza el equilibrio entre calma y transformación: un guiño al deseo colectivo de conexión con la naturaleza y de renovación personal y estética.
El Transformative Teal se inspira en el mar, la vida vegetal y los paisajes costeros, y busca transmitir sensación de profundidad, confianza y frescura. Según WGSN, es un color que une lo digital y lo orgánico, lo emocional y lo racional; una tonalidad que invita a respirar y a reinventarse.
Esta sensación de mar embravecido y fresco, pero aliado con la racionalidad, encaja perfectamente con la filosofía del diseño interior actual, cada vez más centrado en el bienestar y la sostenibilidad.
En el hogar, este azul verdoso se perfila como el sustituto natural de los tonos neutros clásicos. En paredes aporta calma y elegancia; en muebles o tapicerías introduce un punto de sofisticación moderna sin resultar frío.
Los interioristas ya lo proponen combinado con madera clara, fibras naturales y detalles metálicos en cobre o latón, logrando espacios acogedores y con un aire contemporáneo. En verano será pura frescura.
Detalles textiles, cocinas y baños
El color también triunfará en detalles textiles —cojines, alfombras o cortinas— donde su capacidad de reflejar la luz suavemente lo convierte en un aliado ideal para crear atmósferas envolventes. En cocinas y baños, aplicado en azulejos o frentes de armarios, promete sustituir al omnipresente verde salvia o al azul grisáceo de temporadas pasadas.
La elección de este tono no es casual. En un contexto donde las tendencias apuntan hacia el bienestar emocional y el equilibrio sensorial, Transformative Teal encarna la búsqueda de serenidad sin renunciar a la vitalidad. Es un color que invita a mirar hacia adelante, pero con los pies firmes en lo natural.
Si el 2025 estuvo marcado por la calidez del Peach Fuzz, 2026 será el año en que el mar entre en casa. Y no como una ola de color pasajera, sino como una corriente constante que redefine lo que entendemos por calma, elegancia y conexión con el entorno.
Foto | Freepik
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