La diseñadora defiende los tonos suaves y luminosos como reflejo de bienestar, experiencia y madurez estética
A los 60, la decoración del hogar deja de ser una búsqueda de tendencias para convertirse en una expresión personal o al menos este es el parecer de una experta en la materia. La edad cambia por completo la perspectiva de las cosas, también de las del entorno.
Así lo explica la interiorista Virginia Pérez, en una entrevista a El Mueble, que reivindica el valor de la intuición y la serenidad frente a las modas efímeras. "Con los años preferimos tonos que transmitan paz y claridad", afirma.
Los espacios luminosos y amables, donde la luz natural sea protagonista, son los que más inspiran a esta diseñadora. Para Pérez, el color perfecto para el salón no es una cuestión de moda, sino de bienestar. Esta invita a escuchar lo que pide la casa y cómo queremos sentirnos en ella.
Beige, grises y suaves
Su recomendación pasa por apostar por una gama de tonos neutros, como los beiges, grises suaves o arenas, que reflejen la luz y creen sensación de amplitud. Estos matices funcionan bien con cualquier estilo y se adaptan al paso del tiempo sin perder actualidad.
También destaca la importancia de los materiales naturales: lino, madera, piedra y tejidos orgánicos. "Son los que aportan calma, textura y autenticidad", asegura. Los espacios con alma son aquellos que se habitan con calma, no los que se llenan de objetos innecesarios.
Refugio emocional
Pérez considera que, a partir de cierta edad, la casa debe ser un refugio emocional más que una exhibición estética. "Buscamos paz interior, no impacto visual", señala. Por eso, los colores luminosos y suaves ayudan a reducir el ruido visual y fomentan el descanso.
En salones amplios, recomienda incluir detalles en verde seco o azul grisáceo para aportar profundidad. Estos tonos, usados en pequeñas dosis, transmiten elegancia sin romper la armonía. "Son los matices del equilibrio", dice.
La interiorista defiende, además, la personalización frente al copiar y pegar de las redes sociales. "El verdadero lujo está en sentirte identificado con tu entorno, no en seguir tendencias". La intuición, asegura, es el mejor asesor de estilo.
El salón perfecto no es el que sigue la última moda, sino el que transmite calma. Con luz, materiales naturales y colores amables, cualquier espacio puede reflejar madurez y belleza atemporal.
Foto | Instagram @virginiaperezinteriorismo
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