Cómo plantar los huesos de cereza para tener tu propio cerezo en casa

Las semillas de frutas suelen acabar en la basura sin que nos planteemos todo el potencial que encierran. En el caso de las cerezas y picotas, lo que parece un simple hueso puede ser el primer paso para cultivar un árbol frutal en casa. Y lo mejor: no hace falta tener un gran jardín para lograrlo.

En un momento en el que cultivar tus propios alimentos gana protagonismo, plantar un cerezo a partir del hueso es uno de esos proyectos que combinan sostenibilidad, paciencia y satisfacción.

Aunque no hay que negar la evidencia (el proceso es lento y requiere ciertos cuidados), el resultado merece la pena: un árbol que crecerá ante tus ojos, floración tras floración.

Antes de empezar hay que tener en cuenta que no todos los cerezos nacidos de huesos producirán fruta igual a la original. Aun así, es una forma entretenida y económica de iniciarse en el cultivo de árboles frutales desde cero.

1. Qué tipo de cereza usar y cuándo plantar

Para que el hueso germine con éxito, conviene usar cerezas frescas, a ser posible ecológicas o locales. Cuanto menos manipuladas, mayor será la probabilidad de que las semillas estén sanas. El momento ideal para plantar los huesos es en verano o principios de otoño, justo tras la temporada alta del fruto.

Lava bien los huesos de cereza para eliminar restos de pulpa y déjalos secar durante varios días. Algunos jardineros optan por romper ligeramente la parte exterior del hueso para acelerar la germinación, pero este paso debe hacerse con cuidado para no dañar el interior.

2. Cómo hacer la estratificación en frío

La mayoría de los cerezos necesitan pasar por un periodo de frío para activar su germinación. Este proceso se llama estratificación en frío, y puede reproducirse fácilmente en casa metiendo los huesos en la nevera durante 10 a 12 semanas.

Para ello, mezcla los huesos con un poco de musgo o papel de cocina húmedo dentro de una bolsa hermética. Guarda la bolsa en el cajón de las verduras y revisa de vez en cuando que no haya moho. Tras ese tiempo, las semillas estarán listas para plantar.

3. Cómo plantar los huesos de cereza

Una vez superada la estratificación, siembra los huesos en una maceta pequeña con tierra rica en nutrientes y buen drenaje. Lo ideal es colocarlos a unos 2 o 3 centímetros de profundidad. Riega con cuidado y coloca la maceta en un lugar soleado, evitando el exceso de humedad.

El proceso de germinación puede tardar entre 3 y 6 semanas, dependiendo del tipo de cereza y las condiciones ambientales. Mantener una temperatura estable y proteger los brotes jóvenes del viento o los cambios bruscos ayudará a que prosperen.

4. Cuándo y cómo trasplantar el cerezo

Cuando las plántulas alcancen unos 15 cm de altura, podrás trasplantarlas a una maceta más grande o directamente al jardín. Elige un lugar con sol directo y asegúrate de que el sustrato tenga buen drenaje. Si decides mantenerlo en maceta, elige un recipiente profundo y ancho.

Recuerda que el cerezo es un árbol de crecimiento lento, por lo que necesitará varios años para desarrollarse plenamente. Poda con moderación, elimina ramas débiles y proporciona un tutor si lo cultivas en exterior para evitar que el viento lo dañe.

5. ¿Dará cerezas mi árbol?

No todos los cerezos cultivados a partir de huesos darán frutos, y si lo hacen, puede que tarden entre 5 y 7 años. Aun así, muchas personas los cultivan por su valor ornamental: pocas cosas igualan la belleza de sus flores blancas en primavera.

Además, aunque no produzca cerezas comestibles o en gran cantidad, sigue siendo una planta atractiva, resistente y con un gran valor simbólico.

Foto | ROMAN ODINTSOV y  Christian Ladewig

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