Un grupo de científicos valencianos están desarrollando lo que podríamos denominar como plásticos comestibles, un film que preserva el alimento y además se puede comer.
La idea sería utilizarlo en cualquier tipo de alimento, pero especialmente con aquellos que sufren un deterioro más rápido, como pueden ser las frutas o las verduras. De hecho, en el post envases comestibles para frutas y hortalizas ya dábamos a conocer esta posibilidad que estaban desarrollando científicos argentinos, o sea, que no es algo novedoso.
La diferencia radica en los elementos utilizados que conforman el nuevo film, mezcla de polisacáridos, proteínas y lípidos emulsionados. Como en el desarrollo argentino, se persigue el mismo objetivo, garantizar mayor calidad y salubridad a los alimentos, alargar la vida útil evitando que se alteren algunas propiedades como el sabor, el aroma o el valor nutricional.
El hecho de poder consumir el nuevo plástico permitiría reducir la utilización de los actuales elementos sintéticos que no son respetuosos con el medio ambiente. Son varias las ventajas que se obtendrían, pero de momento se deberán esperar algunos años antes de que finalmente pueda utilizarse el nuevo envase de plástico comestible.
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