La sopa de ajo es hoy venerada como un plato incluso de alta cocina, pero la realidad es que antaño había que ingeniárselas para que fuera algo sabroso
Hoy tenemos la imagen idealizada de la sopa de ajo como un plato generoso, contundente y suculento en el que no falta embutidos y huevo junto con el caldo espeso a base de pan duro. Pero la realidad es que este clásico de nuestra cocina no tenía, precisamente, muy buena fama; era pura comida de subsistencia. Karlos Arguiñano ya nos lo dejaba claro hace más de 30 años en uno de sus primeros recetarios El menú de cada día. Una joyita a la que volver.
En el primer volumen, en la sección de primeros platos donde aparecen sopas y cremas, recoge la tradicional sopa de ajo, pero con una ligera variante. Y la introduce así: “Nuestros abuelos comieron muchas sopas de ajo, pero no porque les gustaban, sino porque eran pobres”. Nos recuerda que hubo una España muy pobre que pasó mucha hambre y que tenía que sacar nutrientes de donde podía, y a menudo lo único que había disponible era pan duro y ajos, además de alguna grasa —aceite, manteca o mantequilla— y básicos de despensa como sal y pimentón.
“Eran tan pobres que eran sabios y sabían hacer de una sencilla sopa de ajos un manjar”. Y así, la manera en la que los abuelos del norte le metían chicha sin gastar mucho no era con huevos, chorizo, jamón y caldo de carne, sino con almejas. Así de simple.
Puede que hoy esta versión de la sopa de ajo no nos salga “por 10 pesetas”, como indicaba Arguiñano en 1992, pero, recurriendo a un molusco de temporada que esté bien de precio, sí podremos preparar una variante de la sopa castellana mucho más ligera y saludable que no deja de ser un manjar. Podríamos añadirle gambas y usar fumet, pero perdería la esencia humilde que Arguiñano quería transmitir con su receta.
Es tan fácil como dorar cuatro dientes de ajo pelados troceados o laminados, sofreír 150 g de pan duro picado, añadir pimentón y sal y cubrir con 1 litro y medio de agua. Tras dejar que todo cueza a fuego suave 20 minutos, se añade 1/4 de kilo de almejas y limpias y se cuece todo unos 15 minutos más. Y listo para disfrutar.
Imagen | Atresmedia
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