Receta de pan con tomate y ajo confitados y jamón iberico de Guijuelo

¿Por qué siempre da tan buen resultado el jamón, el tomate y el pan cuando se mezclan? Como todos ya sabemos la típica receta de "pan tumaca" (llamado en cataluña como "pa amb tomàquet"), restregar un tomate por un pan tostado y acompañar si se quiere con una loncha de jamón, he pensado que haciéndolo de otra forma distinta daría muy buen resultado a la vez que rico.

He aprovechado que los ingredientes son muy comunes y los venden en todos los mercados. Tomates, ajos, jamón ibérico de Guijuelo, además aceite de oliva virgen extra, tomillo, albahaca, sal, azúcar. Y como siempre hay estómagos con apetito y paladares amables que aprecian lo rico, me dispongo a hacer el pintxo del domingo.

Para 4 tostas: 2 tomates grandes, 4 ajos hermosos, 100 gramos de jamón ibérico, aceite de oliva (yo he utilizado virgen extra variedad arbequina), vinagre de jerez, tomillo y albahaca (en rama mejor), una pizca de sal y un poco de azúcar. ¡Ah! Por supuesto, el pan.

El procedimiento es simple, muy sencillo. Primero hay que escalfar los tomates en agua hirviendo. Se les hace un corte en cruz por la parte de abajo y unos 40 segundos en el agua. Después se pelan, se despepitan y trocean. En una fuente de horno, colocar el tomate, los ajos con la piel y medio cubrir con aceite de oliva y un chorrito de vinagre de jerez. Agregar el tomillo y la albahaca en rama, espolvorear la sal y el azúcar (para corregir la acidez del tomate). Introducir en el horno a 150 ºC durante una aproximadamente o hasta que este seco el tomate. Cuando este listo, sacar y picar con el cuchillo en trocitos.

Por otro lado, tostar el pan. Los ajos confitados estarán muy blanditos y habrán perdido todo el picor. Es increíble el sabor que tienen, untarlos en el pan. Así solo ya se puede comer y no perderéis ninguna experiencia. Pero bueno, le añadiremos el tomate picado y unas lascas del jamón (en mi caso, recién cortado).

En conjunto tiene un sabor ligeramente agridulce por la compota de tomate confitado. El ajo le aporta un retrogusto muy admirable. Y el jamón, presencia, intensidad y cuerpo a la tosta.

¡Qué aproveche!

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