"Es la comida más asquerosa del año": la implacable crítica de un experto al restaurante del cineasta Guy Ritchie

No es el director de cine británico Guy Ritchie el primer famoso que se adentra en el mundo de la hostelería. El creador de películas y series como Snatch: cerdos y diamantes, Lock, Stock and Two Smoking Barrels o RocknRolla ha querido ir más allá de su faceta de cineasta y sumergirse, también, en un mundo donde la crítica más lacerante casi abunda tanto como en el del séptimo arte.

No es un restaurante rutilante en el centro de Londres, pues para eso ya montó Lore of the Land, en el barrio de Fitzrovia. No contento con el éxito del primer restaurante, Ritchie ha abierto un concepto totalmente distinto: una parrilla al estilo texano con ahumador y hamburguesas en un aeródromo cerca de Salisbury, en el sudoeste del país, al que ha bautizado, por seguir con su estilo, como Lore of the Sky, algo así como La Tradición del Cielo.

Para desgracia de Ritchie, uno de los primeros visitantes ha sido William Sitwell, crítico de cocina del periódico inglés The Daily Telegraph, conocido por ser uno de los más duros del sector, con un estilo habitualmente contundente, bronco y ser muy poco amante de las medias tintas.

Precisamente lo que ha pasado tras su visita a Lore of the Sky, que ha definido directamente como "el almuerzo más asqueroso del año". Atraído por el ambiente bucólico y texano de la barbacoa que Ritchie propone, Sitwell –cuyo apellido es real, aunque pueda resultar casi un chiste como juego de palabras, pues se podría traducir como 'bien sentado'– ha despedazado en su crítica al local, explicando que "el vergonzoso ahumadero masacró un pollo, se quedó sin cerdo y sirvió un plato lamentable de pulled beef".

El drama para Sitwell empezó ya con la ausencia del pulled pork, pretendida bandera del local, y que para su llegada ya se había agotado. "Si una barbacoa al estilo texano se queda sin cerdo es como si el Big Ben pierde sus campanas o Margaret Thatcher sin bolso", resumió.

Aparte de eso, el drama llegó con lo que se le ofreció como solución: "pulled jackfruit", una forma habitual de ofertar alternativas veganas que directamente rechazó.

El vodevil continuaría con los nachos, que definió como "desastre salpicado de cosas que habían caído sobre los totopos", resumiendo la forma de comerse los nachos como "una paloma buscando nutrientes en una boñiga de vaca". Tampoco corrió mejor suerte el plato de pollo, ni la pulled beef, solo librándose de la quema la ensalada César y el postre, un helado de Yarde Farm, antes de resumir con una lapidaria frase la visita: "lo llaman comida basura, yo lo llamaría solo comida asquerosa".

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