Aunque se llama Castle Combe en honor en su castillo, este ya no existe: pero el pueblo medieval a su vera es una preciosidad
Cuando pensamos en Reino Unido es imposible escapar de la imagen más urbana del país, la que proyectan ciudades universales como Londres, Manchester o Liverpool. Pero, como ocurre en casi toda Europa, las Islas Británicas tienen también una enorme superficie rural, muy apreciada por el turismo local, pero no tanto por quienes vienen de fuera.
Ubicado en el condado de Wiltshire, Castle Combe es considerado por unanimidad como uno de los pueblos más bonitos de Inglaterra, si no el que más.
Aunque el actual castillo fue originalmente un castro britano, que ocuparon después los romanos, el pueblo tomó su forma actual, conservada casi por completo, en la Edad Media.
Por aquel entonces, el pueblo se convirtió en un importante centro de la industria lanera. Las hilanderas y tejedoras vivían en las cabañas, y el río, aún conocido como By Brook, proporcionaba la energía para el funcionamiento de los molinos.
Unos cardan la lana y otros venden souvenirs
Hoy Castle Comb, tiene solo 350 habitantes, pero recibe alrededor de 350.000 visitantes al año. Es un pueblo volcado al turismo, pero, precisamente porque lleva siendo décadas un pueblo muy visitado, sus vecinos y autoridades se han empeñado en conservar a la perfección todas las casas de la población.
Muchas de las viviendas, de estilo Cotswold, datan de los siglos XIV y XV, cuando el pueblo vivió su edad dorada: cuentan con gruesos muros de piedra caliza y techos también de piedra y se aplican estrictas normas para conservar su arquitectura.
Lo que no está tan bien conservado es su castillo que, aunque da nombre a la población, ya no existe como tal. Su ubicación original se encuentra a unos 800 metros al noroeste de Manor House, en un promontorio natural con vistas al valle de Bybrook.
Aunque la mayor parte del terreno está cubierto de vegetación, algunas de sus fortificaciones son aún visibles, pero no son accesibles al público, ya que forman parte de un campo de golf privado.
Castle Comb tiene atractivas opciones de alojamiento –incluido un fastuoso hotel 5 estrellas, construido en el siglo XIV, que dispone de 48 habitaciones y 1.5 km² de jardines–, pero son todas carísimas.
Si no nadas en oro, mejor visitarlo haciendo base en la ciudad Bath, que está a unos 19 kilómetros. También está cerca de otros lugares muy turísticos como Avebury, Stonehenge o el caballo blanco de Wiltshire, que nunca deberían faltar en una excursión por el rural inglés.
Imágenes | csfotoimages/Saffron Blaze
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