Ronda sigue sumando restaurantes de la Guía Michelin: este Bib Gourmand de Olvera (Cádiz) prepara su desembarco en la ciudad malagueña

Juan Antonio Ortega y Gaby Medina llevan el concepto de su neotaberna La Tarara a la turística ciudad de Ronda

Salva Moreno

Colaborador

En la vida hay decisiones que a veces cuesta comprender en el momento, pero con el paso del tiempo y el esfuerzo constante, suelen dar la razón a quienes se atreven. “Memento audere semper”, recordaba el poeta italiano Gabriele D’Annunzio: “atrévete siempre”. 

Ese espíritu audaz define a Juanan García y Gaby Medina, dos amigos de Olvera (Cádiz) que la pandemia sorprendió trabajando en Madrid, donde ya habían forjado una sólida trayectoria profesional. Cuando muchos hubieran apostado por quedarse, ellos decidieron volver a su pueblo natal, convencidos de que podían crear algo especial. Así nació La Tarara Neotaberna, que abrió sus puertas el 2 de agosto de 2021, desafiando las predicciones de quienes dudaban de su éxito. Un año más tarde, en noviembre de 2022, llegaría la recompensa: el reconocimiento Bib Gourmand de la Guía Michelin. Gaby, por cierto, es hijo de Paco Medina, de La Bodeguita mi Pueblo, también en Olvera.

Gaby Medina y Juanan García, socios propietarios de La Tarara.

Ahora, su proyecto se expande con la apertura de un segundo restaurante, también llamado La Tarara, en la emblemática calle La Bola de Ronda (Málaga). La inauguración está prevista para finales de 2025 o comienzos de 2026, marcando un nuevo capítulo en la historia de estos dos jóvenes emprendedores.

La idea de abrir en Ronda surgió casi por casualidad. “Unos clientes rondeños vinieron a comer; tenían familia en Olvera y, al terminar, nos contaron que habían comprado un edificio protegido en la calle La Bola. Nos dijeron que ese local, que había sido una joyería, tenía alma de restaurante y querían que fuéramos nosotros quienes lo gestionáramos”, recuerda Gaby. Desde entonces, han seguido de cerca la evolución de las obras y confían en que el nuevo espacio capture el mismo espíritu que los caracteriza: cocina honesta, sabor andaluz y alma viajera.

“Pensamos que La Tarara encajará perfectamente en Ronda”, comenta Juanan. “Es una ciudad con mucho turismo, cercana a Marbella, San Pedro o el circuito de Ascari, y con un público que busca experiencias gastronómicas de calidad. Esta era una oportunidad que no podíamos dejar pasar.”

La carta será muy similar a la de Olvera, aunque con un guiño a los productos malagueños: el chivo, los pescados de la costa, y sabores propios de la provincia. “Nos gusta adaptar la propuesta al entorno, pero sin perder nuestra esencia”, añade Gaby.

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La Tarara de Olvera y sus novedades

El otoño también ha traído aire fresco al restaurante original. “Tras cuatro años desde la apertura, estamos en nuestro mejor momento”, dice Gaby. “El verano fue complicado por el calor en la sierra, pero el resto del año Olvera está creciendo mucho en turismo de calidad, y eso nos beneficia.”

Su clientela ideal es el visitante que llega en coche, busca desconexión y aprecia la buena mesa. Aunque La Tarara tiene un precio medio algo más alto para la zona —entre 30 y 35 euros por persona—, quienes están acostumbrados a comer bien lo consideran muy razonable.

La payogiana es uno de sus platos clásicos, presente desde el inicio. Foto: Salva Moreno

Entre las novedades de temporada destacan propuestas más ligeras, como el carpaccio de gamba blanca, o una lubina frita de medio kilo, limpia y servida entera. También hay espacio para la creatividad, con un sándwich de pastrami en brioche artesanal de la pastelería olvereña Nogal Bakery, o zamburiñas con crema de gambas al ajillo.

Por supuesto, los clásicos siguen presentes: las croquetas de jamón y la célebre payogiana, una versión de la carbonara elaborada con queso payoyo. Y ya se preparan los platos de invierno: callos de buey gallego, guisos, paletilla y chivo malagueño, entre otros.

Cuatro años de crecimiento

Parece mentira, pero ya han pasado más de cuatro años desde que La Tarara abrió sus puertas. “El pueblo nos acogió desde el primer día”, aseguran sus fundadores. “Olvera siempre te da la oportunidad de empezar si haces las cosas con cariño, igual que ha pasado con La Cervecería del 118 (su otro negocio en Olvera).”

La zamburiña es una de las novedades de su carta. Foto: Salva Moreno

El Bib Gourmand supuso un impulso decisivo: les abrió las puertas a un público gastronómico más exigente, que viaja siguiendo las recomendaciones de la Guía Michelin. “Fue lo mejor que nos pudo pasar”, confiesan. “Una estrella Michelin te exige mucho más; el Bib, en cambio, reconoce el trabajo sin imponerte esas ataduras. No es habitual encontrar un Bib Gourmand en un pueblo, igual que ocurrió con el Mesón Sabor Andaluz en Alcalá del Valle.”

Hoy, La Tarara es un destino en sí mismo. Ya no depende del paso ocasional de turistas: hay gente que se desplaza expresamente para comer allí, y eso les permite mantener el negocio estable durante todo el año. “Aun así, no olvidamos que gran parte de nuestro éxito se lo debemos a los vecinos de Olvera. Ellos fueron los primeros en creer en nosotros”, concluyen con gratitud.

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