El gas baja y las renovables ayudan, pero el alivio tiene fecha y una letra pequeña europea
Hay inviernos que empiezan con abrigo y terminan con calculadora. Ese momento en que se enciende la calefacción “un rato” y luego aparece la factura del año pasado como una película de terror doméstico. Xataka abre el tema con una idea clara: este invierno será más amable… pero solo en parte.
En una entrevista con Xataka, Javier Revuelta (Senior Principal de AFRY) explica que el gas está bastante más barato que el invierno anterior: antes rondaba los 50-55 €/MWh y ahora se mueve alrededor de 30 €/MWh. Y como el gas marca buena parte del precio eléctrico en los meses fríos, esa caída importa en la práctica.
Precios a la baja
Revuelta añade otro dato que ayuda a entender el respiro: la bajada supondría unos 40 €/MWh menos en muchas horas del invierno. Además, el año ha sido récord en nueva potencia solar (más de 9 gigavatios instalados), lo que empuja precios a la baja cuando hay más generación renovable.
Más producción
Pero eel sistema no es un cuento de hadas verde. En realidad, tras el apagón del 28 de abril, Red Eléctrica reforzó la operación de centrales síncronas (ciclos combinados de gas) para evitar sobretensiones, y entre mayo y octubre su producción aumentó más de un 50%, generando 2,5 millones de toneladas adicionales de CO2.
Así, si invierno quizá duela menos, la cuestión será qué pasará en el futuro. A partir de 2028 empezará a aplicarse el ETS2 europeo, que obligará a pagar por emisiones asociadas al consumidor final. En la práctica, el gas tenderá a encarecerse de forma estructural, y Revuelta anticipa que operar una caldera será significativamente más caro a medio plazo.
También, hay más letra pequeña” de mercado: según Cinco Días, las comercializadoras arrastran 3.300 millones de euros por restricciones técnicas, y parte de esos costes se irán trasladando a clientes al renovar tarifas. Es decir: el alivio de hoy no garantiza facturas dóciles mañana.
En paralelo, hay alternativas que sí son terreno de decisión doméstica. Por ejemplo, la biomasa sólida (pellet, astilla, hueso de aceituna) sigue siendo la opción más económica, con precios medios de Calor y Frío: astilla 3,34 c€/kWh; hueso 4,68; pellet 6,95, frente a gas natural TUR2 8,59 y gasóleo C 7,98 (y la bomba de calor por encima de 10 c€/kWh útiles, según el artículo).
La alternativa moderna con más futuro es la aerotermia: cara de entrada (10.000 a 20.000 euros), pero muy eficiente, aportando entre 3,5 y 4 unidades de calor por cada unidad de electricidad consumida. Con más renovables y un ETS2 encareciendo el gas, la bomba de calor gana atractivo.
Foto | Pexels y Freepik
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