¿De sol o de sombra? Por qué importa de qué tipo son los percebes y cómo se distinguen

Esta diferencia está vinculada al lugar donde han crecido los percebes y, por tanto, condiciona su calidad

Jaime de las Heras

Editor Senior

En España, hablar de sol y sombra suele llevarnos antes a la distribución de los asientos en una plaza de toros que a la mesa. Para otros, especialmente los amantes de los tragos clásicos, la expresión remite a esa mezcla de coñac y anís que todavía sobrevive en algunas barras. Pero hay un tercer terreno donde el sol y la sombra importan, y mucho. Tiene que ver con uno de los productos más deseados, temidos y cotizados de la Navidad: el percebe, de los que ha hablado el biólogo marino Arnau Subías en su cuenta de Instagram.

Junto con las angulas, los percebes suelen tocar el techo económico de las compras de marisco navideño. Son caros, escasos y difíciles de conseguir. Y, sin embargo, incluso dentro de ese lujo hay matices que marcan la diferencia. No todos los percebes son iguales. Importa, y bastante, si son de sol o de sombra. Entender qué significa realmente esta distinción ayuda a comprender por qué unos resultan más sabrosos, más carnosos y más caros que otros.

Un vistazo a…
Cómo cocinar de forma segura

Un animal extraño que vive a golpes de mar

El percebe no es un molusco, aunque lo parezca. Es un crustáceo, pariente lejano de los percebes que se adhieren a los cascos de los barcos. Vive agarrado a la roca en zonas de costa abrupta, donde el mar rompe con fuerza. Para sobrevivir, desarrolla un pedúnculo musculoso con el que se aferra como si le fuera la vida en ello, porque literalmente es así.

Ese entorno tan extremo es el primer factor que explica la diferencia entre percebes de sol y de sombra. No se trata de una denominación poética ni comercial, sino de una descripción bastante literal de dónde crecen.

Convertido en tótem gastronómico, no son pocos los restaurantes que lo sirven y hacen de él una razón de ser, como sucede con las Jornadas del Percebe Gallego en los restaurantes del Grupo La Máquina.

Qué es un percebe de sol

El percebe de sol es el que crece en zonas muy batidas por el mar y claramente expuestas al sol. Son rocas abiertas, sin protección, donde las olas golpean con violencia y el animal pasa buena parte del tiempo fuera del agua, soportando cambios bruscos de temperatura, salinidad y humedad.

Ese estrés constante tiene consecuencias claras. El percebe de sol suele ser más corto y ancho. El pedúnculo es más grueso, más musculado, porque necesita agarrarse con más fuerza a la roca para no salir despedido. Esa tensión continua hace que la carne sea más firme, más compacta y, para muchos paladares, más sabrosa.

Percebes de sol, donde se aprecia que son más cortos y anchos.

También suelen tener una uña más pequeña en proporción al cuerpo y una textura menos acuosa. Todo esto explica por qué el percebe de sol tiene mayor valor gastronómico y alcanza precios más elevados en el mercado. No solo por su sabor, sino porque su recolección es más peligrosa. El percebeiro se juega literalmente la vida en esas zonas abiertas al mar.

Qué es un percebe de sombra

El percebe de sombra crece en lugares más resguardados. Zonas menos batidas, grietas, cuevas o paredes donde el sol apenas incide de forma directa y el impacto del oleaje es menor. El entorno es más estable y el animal no necesita luchar tanto para sobrevivir.

Por eso, su aspecto cambia. El percebe de sombra suele ser más largo y fino, con un pedúnculo estilizado y menos musculoso. Al no estar sometido a la misma tensión, la carne resulta algo más blanda y, en general, menos concentrada en sabor.

Esto no significa que sea malo ni que no se pueda disfrutar. Simplemente es diferente. Tiene un menor valor gastronómico y, en consecuencia, un precio inferior al del percebe de sol. En muchos casos acaba en elaboraciones donde no se busca tanto la pureza del producto, sino acompañar otros sabores.

Por qué unos saben “mejor” que otros

Percebes en la roca.

Cuando alguien dice que unos percebes “saben más a mar” que otros, normalmente está describiendo, sin saberlo, un percebe de sol. El esfuerzo constante, la exposición al aire y al sol y el impacto violento del oleaje hacen que el animal concentre más sabor en menos carne.

El percebe de sombra, al crecer en condiciones más cómodas, desarrolla más volumen pero menos intensidad. Es una diferencia parecida a la que existe entre un músculo trabajado y otro que no lo está. No es una cuestión de frescura, sino de biología y entorno.

Cómo distinguirlos en la pescadería

A simple vista, hay pistas claras. Los percebes de sol suelen ser más rechonchos, más cortos y con un pedúnculo grueso. Los de sombra, más largos y delgados. Al tacto, los primeros se sienten más duros y compactos.

El precio también da pistas, aunque no siempre es garantía absoluta. En Navidad, cuando todo se dispara, conviene preguntar y dejarse asesorar por un pescadero de confianza. No es lo mismo pagar un precio alto por percebe de sol que hacerlo por uno de sombra vendido como si fuera lo mismo.

Imágenes | Imagen de freepik / Imagen de wirestock en Freepik / Grupo La Máquina

En DAP | Cómo cocer percebes

En DAP | Tiempos de cocción de los principales tipos de marisco


Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios