La lluvia puede ser el gran enemigo de tus plantas en otoño: cómo evitar que se ahoguen

Cuando llegan las lluvias y las temperaturas bajan, muchas plantas empiezan a sufrir sin que nos demos cuenta. El exceso de agua se acumula en las macetas, las raíces dejan de respirar y el resultado es siempre el mismo: hojas mustias y tallos blandos. 

Saber cómo proporcionar un buen drenaje en otoño es clave para que tus plantas sobrevivan a la humedad estacional y sigan creciendo sanas, incluso cuando el clima parece jugar en su contra.

Eso significa que el exceso de agua tiende a quedar retenido en la maceta más tiempo, lo que favorece la pudrición de raíces. Para que tus plantas sobrevivan la temporada húmeda, el drenaje se convierte en elemento esencial. 

El blog especializado de Verdecora recomienda crear una capa inferior de drenaje usando materiales porosos como arlita (arcilla expandida) antes de añadir el sustrato. Esa capa evita que la tierra quede saturada en contacto directo con el agujero de salida. 

Además, esta web de jardinería especializada sugiere que esta capa no sea excesiva: cubrir entre un 10 % y 20 % de la altura de la maceta es suficiente para dejar espacio al sustrato principal.

Garantiza que los orificios estén libres 

Aunque suene básico, muchos problemas de drenaje vienen de tapas obstruidas por raíces, tierra compactada o restos. Revisa los agujeros inferiores con un alambre fino o un palito para que el agua tenga salida siempre. 

Si la maceta es decorativa (sin agujeros), una solución es usarla como maceta exterior que aloje un tiesto interior con drenaje real, de modo que puedas extraerlo para regar y escurrirlo sin remediar encharcamientos.

Elige materiales adecuados 

La arlita y la arcilla expandida es uno de los más comunes por su estabilidad y porosidad. Es una opción básica para mejorar el drenaje. La piedra pómez es una alternativa más natural y ligera que muchos expertos prefieren por su porosidad y menor huella ambiental.

Fragmentos de macetas rotas, gravilla gruesa y grava: se pueden usar como drenaje reciclado colocándolos en el fondo antes de la capa porosa. De las virutas de madera grandes y astillas algunas fuentes indican que pueden ayudar porque no se compactan rápidamente y mejoran la ventilación interna.

Mezcla el sustrato con porosidad 

El sustrato con el que llenes la maceta no debe ser denso. Añadir perlita, fibra de coco o arena gruesa favorece la aireación y evita que el agua quede retenida cerca de las raíces. Muchos sustratos comerciales ya llevan esos ingredientes integrados.

No abuses de la capa de drenaje 

Un error común es creer que poner muchas piedras en el fondo mejora el drenaje. En realidad, esa cama de piedras sólo desplaza la tierra hacia arriba, sin aumentar la capacidad de desagüe real. Lo importante es que el sustrato tenga estructura porosa.

Ajusta el riego y aprovecha la lluvia otoñal 

Durante otoño, el suelo retiene agua por más tiempo. Por eso, riega menos frecuentemente y espera que los primeros centímetros del sustrato estén secos antes de volver a regar. También, aprovecha las lluvias: si llueve mucho, no riegues ese día o reduce la cantidad. Por último, evita regar por la noche. En climas fríos, la humedad puede quedar retenida y favorecer hongos.

Revisa y refresca el drenaje en otoño 

Si la maceta ya tiene años, es buena idea desmontarla y revisar la capa inferior. Si el drenaje está mezclado con tierra o compacto, reemplázalo. También puedes voltear parte del sustrato viejo, airearlo o incorporar nueva capa drenante antes del invierno.

Foto | Canva IA

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