Lo importante es cambiar la mirada hacia esta planta y redescubrir todos los beneficios que esta alberga
El gundermann o hiedra terrestre parece una mala hierba cualquiera, pero esconde propiedades medicinales, funciones ecológicas y un papel importante en la biodiversidad. No deberías arrancarla en junio (y nunca en general).
La escena se repite cada primavera: alguien se pone guantes de jardinería, tira de una enredadera rastrera y cree estar haciendo limpieza. Pero en realidad, está eliminando uno de los aliados invisibles del jardín.
No todas las plantas espontáneas son enemigas. Algunas, como el gundermann —también conocido como glechoma hederacea— tienen más utilidad de la que aparentan. El problema es que su aspecto no ayuda a ganarse amigos.
Y sin embargo, justo en junio, esta supuesta “mala hierba” muestra su mejor versión. Tiene flores, tiene aroma, tiene propiedades que ni muchos cultivos ornamentales pueden ofrecer. El gundermann es un ejemplo de cómo subestimar lo natural puede salir caro.
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Cómo reconocerlo
Es una planta perenne, con hojas redondeadas y bordes dentados, que crece pegada al suelo y forma alfombras verdes. Sus flores violetas aparecen en primavera y duran hasta bien entrado el verano. No es fácil de erradicar, pero tampoco deberías intentarlo.
Sus beneficios medicinales
Se ha utilizado durante siglos en remedios caseros para tratar problemas respiratorios, infecciones leves o inflamaciones. Contiene aceites esenciales, taninos y compuestos con propiedades antiinflamatorias naturales.
Mejora la biodiversidad
El gundermann es uno de los primeros refugios de abejas y polinizadores en los meses templados. Si buscas un jardín vivo, esta planta ofrece alimento temprano a quienes más lo necesitan.
Evita la erosión del suelo
Al extenderse horizontalmente, cubre zonas desnudas del jardín, evitando la erosión y protegiendo la humedad. Una cubierta vegetal eficiente sin necesidad de riego adicional.
No compite, acompaña
A diferencia de otras plantas invasivas, no asfixia ni desplaza a las demás. Se adapta, se mezcla, y crea un microclima útil para hongos beneficiosos y bacterias del suelo. Un equilibrio biológico discreto.
Por qué la eliminamos sin pensar
Su estética humilde y su tendencia a expandirse hacen que muchos jardineros novatos la arranquen sin contemplaciones. Pero lo que parece limpieza puede ser un ataque innecesario al ecosistema.
Cuándo controlarla (y cuándo no)
Si invade zonas sensibles o cultivadas, conviene mantenerla a raya. Pero si crece en bordes, rincones o entre parterres, su presencia puede ser un plus. Todo depende de dónde y cuánto.
El gundermann no necesita cuidados especiales ni fertilizantes. Solo un poco de tolerancia y apertura de miras. Es una planta útil, medicinal y ecológica. En lugar de arrancarla, tal vez deberías cambiar la mirada.
Foto | freepik
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