Begoña Pérez, La Ordenatriz: "Ahora que volvemos a casa podemos aprovechar para limpiar la nevera vacía y el armario que hemos vaciado"

Durante el tiempo libre que dejan las vacaciones navideñas, entre comidas familiares, escapadas cortas y días en casa con menos prisas, se abre una oportunidad poco habitual: ordenar y limpiar cuando todo está medio vacío.

Así lo recuerda Begoña Pérez, conocida en redes por su perfil La Ordenatriz, en un vídeo compartido por la cuenta de COPE en TikTok, donde insiste en que los mejores momentos para poner orden no son los planificados, sino los estratégicos, como son estas vacaciones.

Tras días fuera de casa o un fin de semana con poco uso de la cocina, la vuelta a la rutina ofrece una ocasión inesperada: limpiar cuando todo está medio vacío o la nevera y las estanterías se van a quedar tiesas de vaciarlas a base de guisos y comilonas en casa.

Dos zonas destacan por encima del resto cuando hablamos de limpieza eficaz: la nevera y los armarios. "Ahora que volvemos a casa podemos aprovechar para limpiar la nevera vacía y el armario que hemos vaciado", señala, subrayando que el verdadero secreto está en actuar cuando los espacios están libres y no saturados. 

Su planteamiento responde a un patrón que ella misma ha repetido en numerosas ocasiones: ordenar con menos obstáculos es ordenar mejor, ya que esto nos proporciona más tiempo para centrarnos en los detalles importantes.

El método de oportunidad

La Ordenatriz propone un enfoque sencillo: antes de rellenar la nevera tras la compra semanal, o después de la Navidad (incluso antes de una gran comida que vayamos a celebrar, en función de si somos anfitriones o invitados esta Navidad) limpiarla a fondo. 

Sin envases, sin restos y sin baldas ocupadas, la tarea se reduce a unos minutos y permite detectar fugas, manchas o alimentos olvidados. Lo mismo ocurre con los armarios vaciados por cambio de temporada o por mudanzas parciales: "Cuando está medio vacío, es el momento", recalca.

Un hábito que ahorra tiempo

Este enfoque rompe con la idea tradicional de dedicar horas a limpiezas profundas. La clave está en aprovechar esos huecos naturales, cuando la casa "respira", y la Navidad, según el plan que tengamos, es uno de esos momentos. 

Se trata de un método al que cada vez se suman más usuarios guiados por el peregrinaje de las grandes consejeras de la limpieza y la decoración, que consideran que ordenar así es más llevadero y realista. Pérez lo resume con claridad: limpiar bien empieza por elegir el día correcto, no por tener más tiempo libre.

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