Cómo limpiar los radiadores por dentro y por fuera: todos los trucos para dejarlos como nuevos y que vaya mejor tu calefacción

Con la llegada del frío, toca preparar el sistema de calefacción para el invierno. Y uno de los pasos más importantes —aunque a menudo se pasa por alto— es limpiar los radiadores a fondo antes de encenderlos por primera vez. 

El polvo y la suciedad acumulados durante los meses de inactividad no solo afectan a su aspecto, sino también a su rendimiento. Un radiador limpio calienta mejor, consume menos y reparte el calor de forma más uniforme.

Además, mantenerlos en buen estado durante todo el año alarga su vida útil y mejora la calidad del aire de casa. Por eso, conviene dedicarles una pequeña puesta a punto: limpiar por dentro, eliminar el polvo exterior, revisar el color y retirar el óxido o el sarro si los hay. Con los trucos adecuados, esta tarea puede hacerse de forma rápida y sencilla, sin necesidad de desmontar el aparato.

Cómo limpiar los radiadores antes de encender la calefacción por primera vez

Cómo limpiar los radiadores por dentro

El interior de los radiadores tiende a acumular polvo, pelusas y pequeños restos que reducen la eficiencia del calor. Para eliminarlos, empieza apagando el sistema y asegurándote de que los radiadores estén completamente fríos. Coloca una toalla o trapo húmedo en el suelo para recoger la suciedad. 

Luego, utiliza un secador de pelo o aspirador con boquilla fina para soplar o aspirar el polvo desde arriba hacia abajo. También puedes ayudarte con un plumero flexible o un cepillo especial para radiadores, que alcanza las zonas más estrechas.

Cómo limpiar los radiadores por fuera

El exterior se limpia fácilmente con un paño húmedo y una mezcla de agua tibia y jabón neutro. Si hay grasa o suciedad incrustada —algo habitual en cocinas o pasillos— añade una cucharada de bicarbonato de sodio o vinagre blanco. Frota con un trapo de microfibra y seca después con otro limpio para evitar marcas. No olvides los bordes, las rejillas superiores ni las válvulas.

Cómo mantener los radiadores limpios todo el año

Trucos caseros para limpiar los radiadores sin esfuerzo

Una vez al mes, pasa un plumero o paño seco para evitar que se acumule el polvo. Ya en primavera, cuando los radiadores ya no se usan, dedica unos minutos a limpiarlos con un producto multiusos o vinagre diluido en agua. Si hay niños o mascotas en casa, coloca filtros antipolvo o protectores decorativos que faciliten la limpieza y eviten que entre suciedad en el interior.

Mantener un ambiente ventilado y evitar que los radiadores estén cubiertos por muebles o cortinas también ayuda a conservarlos limpios y eficientes. Además, recuerda purgarlos al menos una vez al año para eliminar el aire acumulado y garantizar un funcionamiento óptimo.

Cómo recuperar el blanco de los radiadores

Con el tiempo, los radiadores blancos tienden a amarillear debido al polvo, el calor y la humedad. Para devolverles su color original, mezcla bicarbonato y agua oxigenada hasta formar una pasta. 

Aplícala con una esponja, deja actuar 15 minutos y retira con un paño húmedo. Si la superficie está muy deteriorada, puedes repintarlos con pintura especial resistente al calor, disponible en spray o esmalte líquido.

Cómo quitar el sarro de los radiadores

El sarro se forma por la cal del agua en los sistemas de calefacción cerrados, especialmente si no se revisan con frecuencia. Para eliminarlo, vacía el circuito y añade un limpiador antical específico para radiadores, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. En casos leves, el vinagre blanco caliente puede ayudar a disolver los depósitos de cal sin dañar las tuberías.

Cómo limpiar radiadores de hierro

Los radiadores antiguos de hierro fundido requieren un cuidado especial. Antes de limpiarlos, asegúrate de desconectarlos y proteger el suelo. Usa un cepillo de cerdas suaves o una esponja con jabón neutro para quitar la suciedad superficial. 

Es importante evitar los estropajos metálicos, ya que pueden rayar el esmalte. Si la pintura está en mal estado, lija con cuidado y aplica una pintura antióxido específica para este tipo de material.

Cómo quitar el óxido de un radiador

Si tu radiador presenta pequeñas manchas de óxido, puedes eliminarlas con una mezcla de vinagre y bicarbonato, aplicándola sobre la zona afectada y frotando con un cepillo suave. Para óxido más profundo, usa un limpiador especializado o una lija fina antes de volver a pintar. 

Hay que aplicar una capa de imprimación antioxidante evitará que vuelva a aparecer y mantendrá el radiador como nuevo durante más tiempo. Con estos sencillos pasos, tus radiadores no solo lucirán impecables, sino que también calentarán mejor y consumirán menos energía. Una limpieza a tiempo es la mejor inversión para mantener tu hogar cálido, eficiente y preparado para los meses de frío.

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