Olvídate de rascar a lo loco: con unos trucos caseros puedes devolverle el brillo a tu plancha sin dejarla para el desguace
La plancha es uno de esos electrodomésticos que nunca se agradece hasta que falla. El día que aparece una mancha negra en la parte de la suela y amenaza con arruinar tu camisa favorita, la rutina se convierte en un drama doméstico, y todo por una acumulación de suciedad que, con algo de cuidado, podría haberse evitado.
El uso frecuente, el contacto con tejidos sintéticos o un descuido con la temperatura son suficientes para que el metal se queme y aparezcan las antiestéticas marcas oscuras. El resultado: ropa con olor extraño, arrugas mal eliminadas y una plancha que parece haber vivido demasiadas batallas domésticas.
Por suerte, no hace falta comprar una nueva ni gastar una fortuna en productos especializados. La mayoría de las soluciones están en la despensa, y la ciencia casera demuestra que un poco de paciencia puede devolverle la dignidad a la suela de tu plancha.
Bicarbonato o vinagre
El binomio de bicarbonato sódico y vinagre, por separado, no solo sirve para desatascar fregaderos o limpiar cristales. Convertidos en pasta (bicarbonato con agua) o en un spray (vinagre con tres partes de agua), son un remedio eficaz contra las manchas negras de la plancha.
Basta con aplicar la mezcla en un paño y pasarlo por la plancha, dejando actuar unos minutos y frotar suavemente con un paño de microfibra hasta que el metal recupere su brillo.
Sal gruesa
Otro recurso clásico es la sal gruesa, que actúa como un exfoliante para la plancha. Extiende un puñado sobre papel de horno y desliza la suela caliente varias veces. El efecto es inmediato: la sal atrapa los restos quemados y devuelve a la superficie un aspecto mucho más limpio, sin dañar el recubrimiento.
Pasta de dientes, la inesperada aliada
Aunque parezca un invento de revista vintage, la pasta dental blanca funciona sorprendentemente bien sobre pequeñas manchas. Su fórmula ligeramente abrasiva elimina residuos sin dañar la suela. Eso sí, hay que enjuagarla después con un paño húmedo para evitar que deje rastro en la ropa.
El poder del limón
El ácido cítrico del jugo de limón es otra alternativa natural que ayuda a disolver manchas y a combatir la oxidación. Frotar la suela con un paño humedecido en zumo fresco puede devolverle un tono más uniforme y, de paso, eliminar olores desagradables que a veces desprenden las planchas quemadas.
Prevenir es mejor que limpiar
Más allá de los trucos caseros, lo esencial es evitar que la plancha llegue a ese estado. Usar agua destilada, ajustar la temperatura según el tejido y limpiar la suela con un paño seco después de cada uso son rutinas simples que alargan la vida útil del aparato.
Las manchas negras no son una sentencia de muerte para tu plancha. Con bicarbonato, sal, pasta de dientes o limón puedes lograr que vuelva a lucir como recién comprada.
La próxima vez que mires ese pequeño electrodoméstico, recuerda que, bien cuidado, puede seguir siendo el aliado silencioso que mantiene tu ropa impecable durante años.
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