Joana Costa
EditorEl gesto parece inofensivo: llegar a casa y seguir caminando con los zapatos puestos. Sin embargo, este hábito divide opiniones y prácticas en distintas partes del mundo. Mientras en muchos países asiáticos resulta impensable pisar el suelo del hogar con el calzado de la calle, en gran parte de Europa y América es una costumbre normalizada.
La diferencia no es solo cultural, sino también sanitaria. Para sorpresa de nadie, en la suela de los zapatos se acumulan bacterias, polvo y hasta partículas fecales. Todo ello puede acabar en alfombras, suelos y superficies donde los niños juegan, los mayores se sientan o las mascotas descansan.
Dejar el calzado en la entrada reduce la entrada de estos contaminantes. En países como Japón o Suecia, la costumbre de descalzarse está tan interiorizada que forma parte del protocolo social. Se trata de una práctica que, además de higiénica, transmite respeto por el espacio compartido y por quienes lo habitan.
En función del tipo de suelo
En contraste, en ciudades donde los suelos son de baldosa o madera y el uso de alfombras es menor, mantener los zapatos puestos en casa se percibe como más cómodo y práctico. En muchos hogares mediterráneos, por ejemplo, se evita descalzarse porque el suelo puede estar frío o porque no existe una tradición clara de dejar los zapatos en la puerta.
Desde el punto de vista de la salud, siempre es mejor limitar la entrada de calzado exterior. Al reducir polvo, polen y contaminantes, se previenen reacciones en personas sensibles. Además, caminar sin zapatos por casa favorece la circulación y puede mejorar la postura al fortalecer músculos del pie que con frecuencia permanecen inactivos dentro del calzado.
La limpieza del hogar también cambia según la costumbre. Un hogar en el que se entra descalzo necesita menos mantenimiento en alfombras y suelos, y conserva durante más tiempo los pavimentos.
A este respecto, la creadora de contenido @aly_deco_home ha mostrado cómo queda (de marrón) su agua de fregar el suelo cuando anda por casa con zapatos y cómo sale de transparente cuando tiene el gesto de descalzarse. La diferencia es enorme.
@aly_deco_home ¿Pisas tu hogar con los zapatos de la calle? o en casa os quitáis los zapatos?si no es así estáis trayendo bacterias, suciedad y contaminado el suelo. Aunque no lo parezca, es así 🫠 por eso el suelo se ensucia más, se ensucian las alfombras, se llena todo de polvo…En casa ya no pisamos y se nota un montón, ha sido un antes y un después. Hemos intentado tener un pequeño orden al entrara casam colocando un cesto con tapa en el recibidor, ahí guardamos las zapatillas para tenerlas a mano al entrar y no pisar por toda la casa. También pulverizamos desinfectante antes de guardar los zapatos para que estén limpios👌🏻 de esta forma protegemos nuestro hogar. ✍️ LIMPIEZA MICROFIBRA Una vez hayas terminado de limpiar la casa, pon en el cubo un poco de agua caliente con un buen chorro de vinagre concentrado y deja actuar 45 minutos 👌🏻 quedará súper limpio y libre de bacterias. A mi me encanta usar mi vileda turbo que siempre os enseño, no os imagináis lo que facilita la limpieza este sistema, no hago fuerza con las manos, gracias a su pedal la microfibra se queda bien escurrida que es lo que mi tarima necesita y podemos lavarla en la lavadora 😜 #parati #fyp #limpieza #tipsdelimpieza #hogarlimpio #limpiar #limpiando
♬ Huir - Kany García & Lia Kali
En realidad, la diferencia entre andar por casa con zapatos de la calle o no hacerlo va más allá de una cuestión de comodidad. Se trata de un hábito que refleja cultura, higiene y hasta salud pública. Adoptar una u otra práctica depende del entorno y de la tradición, pero la tendencia global apunta cada vez más hacia el gesto de descalzarse al llegar, incluso en guarderías de nuestro país ya se obliga a los niños y sus familias a andar descalzos por el espacio durante toda la jornada.
Foto | Montaje
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