Gastroguía de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial: los mejores restaurantes de una escapada clásica a la sierra de Madrid

Dos localidades y una escapada, así se puede delimitar una de las fugas más clásicas de la Comunidad de Madrid, como la que conforman El Escorial y San Lorenzo de El Escorial, dos municipios prácticamente hermanos en la Sierra de Guadarrama que, por méritos propios, se ha convertido en una de las vías de escapatoria más recurrentes de Madrid.

No solo por la imponente presencia del Monasterio de El Escorial, el gran legado arquitectónico de la monarquía de Felipe II, ni por lo recoleto del propio San Lorenzo, sino también por cómo se come.

En ellos vamos a encontrar uno de los estrellas Michelin más vanguardistas de Madrid, pero también algunas de las mejores hamburguesas de la Comunidad de Madrid o el cocido con más abolengo del norte de Madrid.

Opciones hay para todos los gustos. Desde el que busca una cocina sencilla y accesible hasta el que se quiere liar la manta a la cabeza y celebrar por todo lo alto. Eso sí, hay un patrón común: conviene reservar.

Ser la escapada recurrente de miles de madrileños –y no madrileños– suele exigir ser un poco previsores de cara a nuestra visita y no pretender llegar (si vamos en fin de semana) a mesa puesta, pues lo más probable es que nos den con la puerta en las narices.

Charolés

Abierto en 1977, Charolés es un emblema del cocido madrileño que espera en el centro de El Escorial donde se ha granjeado una potente reputación en torno a su cocina tradicional, pero más concretamente en esta especialidad en la que Manuel Míguez, el propietario se ha reivindicado. 

Lo importante, no obstante, es saber que el cocido solo se sirve lunes, miércoles y viernes, así que no pretendas encontrarlo un sábado. Consta de ocho vuelcos (sí, has leído bien), pero porque va sirviendo por separado muchas de las carnes de la receta.

Aparte del cocido, el clasicismo es lo que mejor representa a esta casa en la que el rabo de toro, los judiones con almejas o los platos de pescado son también infalibles. Prepara 45 euros por persona para el cocido y, más o menos, otros tantos si vas a carta. Ah, y el día que quieras cocido, encárgalo, para no arriesgarte, especialmente si sois varios.

Charolés. Calle de Floridablanca, 24. San Lorenzo de El Escorial.

Luz de Lumbre

Quizá no tuvieras intención de comer hamburguesas, torreznos y verduras a la parrilla si vas a San Lorenzo de El Escorial. O de salirte de la zona turística, pero Luz de Lumbre es la excepción que confirma la regla para ambas premisas. Esta es la embajada escurialense del parrillero rumano Cata Lupu, archiconocido en Madrid por su buen hacer en el restaurante de carnes La Taberna de Elia.

En Luz de Lumbre, no obstante, aunque hay brasa y fuego, las especialidades son más accesibles, como ensaladillas, burgers, torreznos, tortilla de patatas, pisto y una pequeña selección de carnes, suficiente para hacerse una idea del restaurante y de llevarse un más que grato sabor de boca.

Luz de Lumbres. Calle los Estudiantes, 6, 28200 San Lorenzo de El Escorial.

La Rueda

Arquetipo de restaurante de producto en la zona y regentado por dos hermanos –los Vicente López, que no es solo una persona–, La Rueda abrió sus puertas a finales del siglo XX y, desde entonces, es un clásico del norte de Madrid donde, habitualmente, vamos a ver parroquianos fieles y no so0lo turistas.

El protagonismo aquí lo tiene, en esta casa familiar ajardinada, el horno donde se asan corderos y cochinillos, remate de una cocina clásica en la que el recetario es más que entendible. Cocina clásica, salones amplios, buen servicio de sala y una carta de vinos correcta garantizan el buen funcionamiento de un establecimiento en el que no fallar en el pueblo de El Escorial, fuera del jaleo turístico.

La Rueda. Av. de la Constitución, 41, 28280 El Escorial

Asador del Rey

Aquí volvemos a hablar de cocina castellana y de hornos de raíz clásica, pero ya nos metemos de lleno en el meollo turístico de San Lorenzo, pues cuenta incluso con una terraza con vistas al Monasterio, lo cual hace que su demanda, incluso por un público no foodie, sea bastante alta. Una vez reservado y probada su cocina, se comprueba también por qué es un emblema de la zona.

Boletus, habitas, sopa castellana y judiones de La Granja son algunos de sus infalibles antes de dar cuenta de los asados al horno de leña, donde además del binomio de cordero y cochinillo también hay chuletas y cortes de vacuno, e incluso algún pescado, pero no esperes muchas alternativas en torno a él. No en vano, merece muchísimo la pena reservar en Asador del Rey y, sobre todo, dejar hueco para sus postres caseros, en especial las natillas y las bizcotelas.

Asador del Rey. Calle de Floridablanca, 10, San Lorenzo de El Escorial.

Mesón La Cueva

Saciar el antojo de cocido madrileño en San Lorenzo y no haber podido reservar en Charolés es posible si te dejas caer por La Cueva, un restaurante donde de nuevo la cocina castellana brilla con luz propia y donde, como decimos, bordan el cocido, aunque no es la única especialidad de una casa que tiene esa clásica impronta de mesón castellano, con sillas antiguas y artesonados de madera.

En la mesa, precisión y contundencia. Al cocido le acompañan, además, cochinillo y cordero, pero también platos de cuchara como la propia sopa o los huevos Cueva, además de tener una oferta de pescados muy completa en la parte de los principales, que lo hace un buen referente para quien quiera escapar de la carne. El ticket medio ronda los 50 euros, pero merece la pena. 

Mesón La Cueva. C/ San Antón, 4. San Lorenzo de El Escorial.

Montia

Sólido, concienciado y referente. Así es Montia, el único estrella Michelin de la sierra norte de Madrid y el emblema que Dani Ochoa ha ido erigiendo paso a paso con una cocina basada en el aprovechamiento del monte y del territorio que le rodea, donde raíces, setas, hierbas y, en resumidas cuentas, la recolección, le acompaña. 

No es un estrella Michelin para todos los gustos si se busca clasicismo, como se ha de advertir, pues tiene también ese poso de restaurante inconformista, pero es un acierto para los que buscan un restaurante distinto. Además, siempre da la oportunidad de añadir sus clásicos callos, unos de los mejores de Madrid, a los menús degustación (tres diferentes) que sirve, además de una oferta entre semana, más sencilla, por 80 euros. 

Montia. C/ Juan de Austria, 7. San Lorenzo de El Escorial.

Vesta Taberna

Quizás una de las sorpresas más grandes de la zona esté en Vesta Taberna, que en pocos años se ha consolidado como referente como un restaurante muy diferente a lo que se plasma en San Lorenzo. El responsable de ello es el chef Manuel Melcón, un cocinero inquieto que ha pasado por cocinas como las del mítico Noma de Copenhague y que aquí idea una gastronomía sencilla, de pocos ingredientes y mucha calidad en lo que autodefine como taberna gastronómica con un gran compromiso gluten free, muchas propuestas veganas y vinos naturales, es decir, un restaurante muy inclusivo.

Platos del día que cambian, sabor, productos de proximidad y un ticket medio que ronda los 40 euros para un restaurante original, basado en una cocina de mercado, en la que siempre hay fueras de carta interesantes. Además, tiene una barra, también con mucho movimiento, donde picotear por unos 20 euros a la que echarle el guante.

Vesta Taberna. C/ Xavier Cabello Lapiedra, 2. San Lorenzo de El Escorial.

Horizontal

Amplio y dividido en tres espacios, desde la barra a la sala, pasando por la zona de eventos, Horizontal es un restaurante en el que es fácil repetir porque la amplitud de su propuesta –y de sus espacios– permiten una gran flexibilidad para acudir, incluso a veces sin reserva aunque, insistimos, no te la juegues si vas a la zona en fin de semana y pretendes comer, porque lo más habitual es que te vayas a quedar sin hacerlo.

A partir de ahí, comida para disfrutar y no complicarse. En la carta que Luis Pozo ha preparado caben los torreznos y los arroces, pero también las carnes a la brasa, algunas referencias de caza y de pescados, que convierten Horizontal en uno de los restaurantes más versátiles, tanto por espacio como por propuesta, de la zona y al que tener siempre como referencia para todos los gustos. A ello hay que sumar que está enclavado en pleno monte, rodeado de árboles, así que la aventura es todavía más deliciosa.

Horizontal. Cam. del Horizontal, s/n, San Lorenzo de El Escorial.

Cava Alta

Perfecto para el día a día y perfecto para el viajero. Cava Alta es otro infalible, a dos pasos del Monasterio, donde comerse San Lorenzo de El Escorial con un poquito de originalidad y asegurando el tiro. Se ha hecho famoso por su lasaña de rabo de toro, que no podemos dejar de recomendar, pero tampoco sus callos, el buen trabajo que hacen en la parrilla con las carnes, en especial con las chuletas, y, en resumidas cuentas, una cocina de mercado entendible y sabrosa.

Su comedor, además, es especialmente coqueto y teniendo en cuenta su ubicación, es una de las mejores paradas para completar el recorrido tradicional del viajero cuando se va a San Lorenzo de El Escorial. Para no fallar y para repetir sin contemplaciones y donde, también, se suelen bordar algunos asados, como la paletilla de cabrito. 

Cava Alta. Calle. del Rey, 41, San Lorenzo de El Escorial.

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