La Corriola. Restaurante en Tarragona

A última hora de la tarde del viernes, en casa, tirados en el sofá, cansados por el trabajo, agobiados por la calor y con pocas o mejor dicho ningunas ganas de cocinar, decidimos que lo mejor sería darnos una ducha, ponernos medio decentes y salir a dar un paseo por Tarragona, a tomar algo fresco en alguna terraza a la sombra.

Y justo cuando el agua fresca me refrescaba la cabeza recordé que, mis amigos Almudena y Noé me habían recomendado encarecidamente y en multitud de ocasiones, un restaurante al que ellos suelen ir La Corriola en Tarragona, diciéndome que se comía muy bien y a un buen precio, me dije pues venga a pasear y a cenar.

Lo primero que hay que destacar de La Corriola es su ubicación, esta justo a la sombra de la muralla de Tarragona, a muy pocos metros de la puerta que da al Campo de Marte, en pleno casco antiguo.

Lo segundo, que por estar instalado en un edificio tan antiguo, el local tiene un encanto especial, por su forma, con un pasillo de entrada, dos comedores en plantas distintas, las paredes de piedra, la cuidada y personal decoración, con muebles que desprenden un cuidado aire de antigüedad, con detalles moriscos, y con la aportación extra del gusto personal de los propietarios por el arte, en sus paredes cuelgan preciosas fotografía y sobre las mesas unas exclusivas lámparas diseñadas y fabricadas por un artista local llamado Nacho Anglada.

Lo tercero que apreciamos, es el trato tan cordial, que uno recibe cuando decide comer en La Corriola, los propietarios están dispuestos en todo momento a atender de la mejor forma posible al público, a que el cliente deje de sentirse cliente y se sienta como un amigo, a subsanar cualquier duda que uno tenga sobre la carta o sobre lo que va a comer y a beber.

Y lo último, por supuesto es su cocina, La Corriola presume de ser la cocina del mundo en Tarragona y lo puede demostrar solo hojeando su carta, es una selección donde se mezcla perfectamente productos de de temporada con platos internacionales, donde podemos mezclar culturas, pidiendo un tabulé de verduras de primero y de segundo un buen corte de carne argentina a la brasa, por ejemplo.

Nosotros dejamos la carta a un lado y nos decantamos por el menú especial noche, donde venia incluida, la bebida, el pan y el postre. Este menú es el vivo ejemplo de su completa carta y nos da la oportunidad de elegir esta semana entre cinco o seis primeros platos y siete u ocho segundos.

Para ayudarnos a elegir preguntamos sobre cada uno de los platos, y fue entonces cuando lo tuvimos más difícil que antes si cabe, nos lo explicaron tan bien que nos apetecieron todos, así que cerramos un poquito los ojos y pedimos a dedo y sin mirar. Me parece que no acertamos por nuestra buena suerte, sino que porque no cabía otra posibilidad.

En mi suerte estuvo que yo pidiera un delicioso tartar de sandia, queso de cabra y tomate, que además venía con distintos acompañamientos extras, que ayudaban a que cada bocado fuera distinto al anterior.

Mi media naranja escogió algo más clásico, una ensalada de queso de rulo de cabra y mezclum de lechugas. Aunque por ser más conocida parece que no tiene mucho nuevo que decir, gracias el toque de plancha del queso, la presentación y los sabores extras aportados por varios de los ingredientes añadidos durante el emplatado, consiguió sorprender muy agradablemente.

Siguiendo con lo clásico y, en el caso de mi marido, con lo carnívoro, el se decantó por el secreto de cerdo a la brasa con verduras salteadas. Siendo el secreto una pieza de por sí, menos tierna que el solomillo por ejemplo, se deja querer y mucho, gracias a lo bien braseada que estaba.

Y por fin y viendo lo difícil que me estaba resultado la elección, me deje guiar y decidí tomar la sugerencia de la noche una bastela de bacalao regada con miel, que pienso copiar descaradamente y que consiguió que por un ratito yo dejase de hablar, cosa que según mi madre es imposible, ya que no callo ni debajo agua.

Para terminar de hablar sobre el restaurante y solo por ponerle alguna pega, debo decir en relación a los postres del menú especial noche, que su selección estaba poco trabajada, siendo muy pobre la variedad, en comparación al resto del menú, ya que solo se podía escoger entre helado de varios sabores y yogurt natural con pasas y miel, aunque ambas cosas estaban muy buenas y bien presentadas.

En conclusión La Corriola es un buen restaurante para visitar, tanto si se está de paso por Tarragona, como si se vive en la zona y se desea comer bien, en un ambiente agradable y cómodo.

La Corriola

Cocina del Mundo en Tarragona
Calle Las Salinas, 25
43003 Tarragona
977212862

Precio del menú especial noche 22 euros

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