La economía alemana ya no es lo que era. Consecuencia: turistas en Mallorca tomando el zumo entre cinco y comprando en el super

Sigue llegando gente, pero no gasta lo mismo ni en los mismos sitios

Jaime de las Heras

Editor Senior

No cambia el escenario, pero sí cambia el guion. En Sóller, una de las cunas del turismo mallorquín, los turistas ya no gastan a manos llenas como hace una década. De hecho, la situación empieza a ser paradigmática con una modificación de los gastos del visitante que ya no deja el mismo dinero que años atrás.

Lo sienten los hosteleros, algunos que comprueban cómo "hay turistas que ahora piden un zumo de naranja y se lo toman entre cinco", explican a eldiario.es, mientras se preguntan las razones por las que esto sucede.

Nadie sabe, al menos a ciencia cierta, por qué el gasto es menor o dónde está ese turista que antes pagaba sin pestañear un zumo a seis euros o que, sin despeinarse, podía pagar 25 euros de un menú del día sin contemplaciones.

Un vistazo a…
Consejos para viajar seguro este verano

Nuevos clientes y nuevos mensajes

En el horizonte, varias hipótesis, aunque ninguna que explique por sí misma cómo Sóller ha cambiado. Algunos hosteleros explican que se debe a un nuevo perfil de viajeros, más enfocados al alquiler turístico que supondría visitantes con menos poder adquisitivo que prefieren comprar en los supermercados.

Otros, no obstante, creen que las razones también están en el incremento del precio de los vuelos o de las plazas hoteleras. Algo en lo que no están de acuerdo algunas asociaciones hoteleras que consideran que la responsabilidad de la caída de la demanda está en los mensajes que se han lanzado en los últimos años.

Masificación, turismofobia, poca accesibilidad a la vivienda… Tres factores que, en cierto modo, podrían vincularse a ese cambio al que no quiere hacer frente un turista con mayor poder adquisitivo, yéndose con su dinero a destinos donde no se le culpabilice.

La locomotora alemana que no pita como antes

Entre medias, se da una paradoja. Ahora sobran trabajadores en algunos negocios porque el volumen de los clientes no es el mismo que antes. Sí el de los viajeros que llegan al pueblo, pero no el de los que se sientan en sus terrazas. Al punto de que, incluso periódicos alemanes como Bild, han abierto en los últimos días reportajes que relatan las quejas baleares como "el turismo alemán nos decepciona".

El turismo que ahora llega a Baleares también es de gente más joven y con otro perfil de gasto.

En el horizonte, Alemania, el eterno caladero del turismo mallorquín que llegaba en oleadas a la isla y, además, lo hacía con dinero a espuertas. Pero el enfriamiento económico de la locomotora alemana, sumado al incremento de precios en España –desde los salarios a los insumos de la hostelería– explica cómo Mallorca ve que sus clientes potenciales no llegan en la misma medida o, al menos, no llegan con los bolsillos tan llenos. Algo que también sucede con los británicos, que se encuentran en una tesitura parecida, donde la turismofobia también ha hecho estragos.

También llega gente más joven, con menos poder adquisitivo y con una cultura vacacional distinta. Un cambio en el tipo de cliente, no en la cantidad, pero sí puede que en la calidad. El resumen es que siguen viniendo, pero cambia lo que hacen y lo que pagan por ello.

Imágenes | teksomolika en Freepik / Freepik

En DAP | El paraíso de Jávea ya no sale gratis: el Ayuntamiento pone en marcha una tasa antimasificaciones para sus calas

En DAP | Ya lo sospechábamos, pero ahora un estudio lo confirma: Barcelona es el destino turístico más masificado del mundo

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios