Mesón Despensa del Valle. Comiendo entre naranjos

Situado en el pueblo de Restabal, en pleno Valle de Lecrín, entre la Sierra y la Costa, en la provincia de Granada, se encuentra el Mesón la Despensa del Valle. Un negocio familiar, muy bien llevado, que ofrece una cocina popular, basada en los productos de la tierra. Muy buenas naranjas que pueblan el Valle, pintándolo de un espectacular colorido, pucheros y carnes a la brasa coronan su carta.

El Mesón es una casa de pueblo, con planta baja de cocina y comedor y planta alta con bar y una hermosísima terraza, ambos espacios repletos de inteligentes comensales que saben elegir la calidad. Su cocina se puede resumir en tradicional y generosa, y si no mirad los rebosantes `platos a continuación, os aseguro que no sales con hambre de La Despensa del Valle.

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Os cuento.

Esta preciosa estampa es lo que rodea el pueblo de Restabal, esto es el Valle de Lecrín, un entorno con un microclima idóneo para los cítricos, en especial naranjos, que aportan un aroma y un colorido al entorno que hacen al viajero enamorarse del lugar. La gastronomía de la zona como es lógico incluye elaboraciones con dicho fruto, como el típico remojón de naranja y bacalao, uno de los platos estrella que encontramos en La Despensa.

Además, como comentaba uno de los amigos con los que compartí ayer mesa en La Despensa, un remojón en el que se ve el bacalao. Ciertamente se agradece encontrar trozos grandes de sabroso bacalao, que contrastan con el ácido dulzor de las naranjas del Valle, aún con un puntillo amargo debido a lo temprano de la cosecha. Y es que como os comentaba al principio, en La Despensa la comida es abundante.

Nada más entrar al lugar, el aroma a carne asada en leña nos hace relamer, de hecho se trata de una de las especialidades de la casa. Parrillada de carne en la que se nos ofrecen diferentes variedades, cerdo, cordero, conejo, o si lo prefiere el comensal, nos la servirán por separado, tanto suculentos chuletones de ternera (de increíble tamaño), como costillitas de cerdo, chuletillas de cordero, pollo o conejo.

Para acompañar la parrillada, nos regalan con una salsa , con base de aceite emulsionado con huevo, magistralmente aliñada con vinagre, pimienta y demás ingredientes que la hacen deliciosa, con un toque picante perfecto no solo rica con la carne, sino que resulta difícil dejar de mojar pan en ella. En la carta nos provocan también con apetitosos pucheros de hinojos, muy típicos en la zona, y demás cucharetéos, que no pedimos por lo cálido del día.

Las pequeñas de la reunión piden paella de la cual comentan que el pollo está delicioso. Otro plato que llama nuestra atención es el plato Despensa. Se trata de un huevo frito con patatas y compaña de chorizos, morcillas y lomos. Aunque parezca difícil de creer, este que veis en la foto es plato para un solo comensal…increíble.

Afortunadamente para quien no come carne también hay una amplia oferta, además de ensaladas, arroces varios entre los que me he quedado con ganas de catar el caldoso (habrá más ocasiones de hacerlo), migas y pucheros diversos, además de pescados entre los que destaco el bacalao al pil pil, y las truchas, entre su oferta. Para regar todo esto nada mejor que el vino del terreno, un rosadito que entra divinamente y que, es de agradecer, no nos deja esos desagradables efectos secundarios que ciertos vinos mostos suelen dejar. Este es limpio, y tras tres copas, nos sentimos en plena forma para patear el Valle y respirar su aroma cítrico.

No sin antes tomar un postre y un cafelito. Las pequeñas optan por el flan de chocolate, que devoran sin piedad, y alguna tarta de queso que tiene mucho éxito también. La oferta de postres es variada, todos ellos caseros. Y para terminar el dueño del Mesón, un hombre alegre y optimista, nos invita a un chupito de licor, que nosotros elegimos entre las 4 variedades que nos presenta en la mesa, entre ellas una sin alcohol…hay gente menuda y alguien debe conducir.

En cuanto al precio, muy razonable, muy bien de precio. El trato y el servicio perfectos y la comida deliciosa. Total, muy recomendable visitar la Despensa del Valle, os aconsejo hacer reserva previa, en la que podéis aprovechar para encargar alguna de sus especialidades (por encargo), como cochinillo o piernas de cordero al horno, o su pizza casera que hará las delicias de la gente menuda de casa. Y ya sea antes o después del ágape, os recomiendo un paseo por el Valle. Limpieza de pulmones, relajación del espíritu y belleza grabada en la retina para comenzar de nuevo la semana.

Mesón La Despensa del Valle C/Santa Ana s/n Restabal, Granada 958 79 35 31

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