Carl’s Jr. copia el anuncio de KFC, con la siguiente mejor rima de la historia de España: "Carlos, ¿qué Carlos?"

La cadena de hamburguesas se inspira en la promoción viral de su competidor con un juego de palabras que combina humor, branding y menús baratos 

Joana Costa

Editor

El marketing en restauración rápida vive de dos ingredientes básicos: ingenio y timming acertado. Lo sabe bien KFC, que hace unos meses sorprendió con una campaña basada en rimas y menús de cinco euros que se convirtió en fenómeno. 

Ahora, Carl’s Jr. ha recogido ese testigo con una propuesta propia que no esconde su “inspiración” y que apunta a la misma mezcla de humor y cercanía para un público que disfruta de las coñas populares.

Bajo el lema “la fav de Carlos en Carl’s”, la marca lanza una acción promocional que juega con la coincidencia entre el nombre de la enseña y un dicho popular: Carlos, el de los cojones largos

El chascarrillo, de sobra conocido en la cultura popular española válido para cualquier situación, sirve de anzuelo para dotar de notoriedad a una promoción puntual pero con gran potencial de conversación en redes sociales, algo muy valorado por las marcas actualmente.

La campaña, en marcha del 12 al 21 de septiembre, ofrece un menú gratis a todos los clientes llamados Carlos. Es una idea sencilla, con coste asumible, pero que seguramente prevé multiplicar su efecto gracias a la viralidad y a la capacidad de generar titulares y memes.

El guiño a KFC y a su campaña que jugaba hace pocos días con el chascarrilo Por el culo te la... no es casual. El propio CEO de Avanza Food, grupo que gestiona la cadena en España, ha reconocido en LinkedIn que la campaña está "inspirada" en la estrategia de su competidor, de hecho los personajes son los mismos. 

"Reconocer algo fundamental: esta campaña es un spin-off de la mítica campaña del “5” de KFC España y Portugal y sin esa idea nunca hubiera surgido la nuestra, como es obvio", explica en su mensaje en redes, a la vez que agradece a la compañía el haber dado el pistoletazo de salida a campañas "brillantes y atrevidas".

Lejos de disimular, lo plantea como un como una prueba de que las marcas pueden replicar ideas siempre que se adapten al tono propio. En realidad, los actores son los mismos pero pronunciando un guion distinto, aunque encajonados en un mismo papel cada uno: de besugos que mantienen un vacileo dialéctico.

El poder del juego de palabras

El éxito de la acción reside en la fuerza del lenguaje popular. En lugar de inventar un eslogan artificial, Carl’s Jr. se apropia de una frase hecha y la resignifica en clave comercial. El resultado es un producto de marketing que parece natural, cercano y con la capacidad de generar conversación orgánica en redes sociales.

Desde el punto de vista práctico, la promoción es fácil de implementar: se limita a clientes con un nombre concreto pero interpela a cualquiera abierto a la coña. A cambio, cada menú regalado se multiplica en impacto publicitario a través de fotos, vídeos y menciones en plataformas digitales.

Marketing por imitación

La estrategia plantea una reflexión interesante sobre hasta qué punto las marcas pueden permitirse copiar a la competencia. En este caso, la imitación estratégica se presenta como una táctica válida siempre que se ejecute con personalidad propia. 

Además, el lanzamiento llega en un contexto favorable: la rima de KFC aún está fresca en la memoria colectiva y el recuerdo potencia la conexión inmediata. Aprovechar esa inercia demuestra que en marketing importa tanto la creatividad original como la rapidez para capitalizar tendencias antes de que se enfríen.

Foto |

En DAP | Islandia es el único país de Europa que no tiene un solo McDonald's (y no es porque no lo hayan intentado)

En DAP | Cómo tienes que desayunar para evitar una "montaña rusa de azúcar", según Boticaria García


Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios