Esta es la técnica que promete una limpieza profunda, pero solo se puede usar en ciertos pavimentos
Mantener el suelo realmente limpio es uno de esos objetivos domésticos que parecen sencillos hasta que se mira de cerca la junta, la esquina o la zona de más paso. Ahí es donde se descubre que fregar como siempre a veces se queda corto.
En ese contexto ha aparecido el llamado Mexican Mopping, una técnica de limpieza profunda que se ha popularizado en redes sociales y que promete resultados espectaculares. El resultado es un suelo brillante método distinto que no deja indiferente a nadie.
Según el experto en este tema, esta técnica no es un invento nuevo, sino una forma intensiva de fregar que algunos hogares ya aplicaban. La peculiaridad está en el orden: en lugar de escurrir la fregona una y otra vez, se vuelca el agua jabonosa directamente sobre el pavimento.
A partir de ahí, se trabaja toda la superficie como si fuera una gran piscina de limpieza: agua abundante friega a fondo sin medias tintas. El proceso empieza llenando el cubo con agua y producto, como en un fregado normal, pero se termina esparciendo ese contenido por el suelo.
Después se frota con fregona, escoba limpia o cepillo, arrastrando la suciedad reblandecida por el detergente. Es un sistema pensado para atacar la grasa y la mugre acumulada que resisten a la pasada rápida de diario. De este modo se consigue acción prolongada suciedad ablandada que sale con más facilidad.
Una vez se ha trabajado toda la superficie, llega el momento menos glamuroso pero imprescindible: recoger el agua sucia. Se empuja hacia un punto, se absorbe con la fregona y se devuelve al cubo para desecharla.
Esta acción puede resultar aparatosa la primera vez, pero quienes lo usan destacan que el resultado compensa el esfuerzo. El suelo queda con una sensación de limpieza profunda que recuerda a una puesta a punto general: acabado uniforme brillo notable sin necesidad de maquinaria.
Cuidado con los suelos flotantes
Eso sí, no es una técnica apta para cualquier pavimento. En suelos de madera, como parquet o tarima flotante, el exceso de agua es enemigo directo: la humedad puede hinchar, deformar o abrir juntas. Por eso se desaconseja por completo su uso en este tipo de superficies, que requieren fregados muy escurridos.
Allí la prioridad es madera protegida humedad controlada aunque se renuncie a este método. Donde el Mexican Mopping sí encuentra su terreno natural es en suelos cerámicos, de baldosa o de gres, tanto en interiores como en terrazas y balcones.
Estos materiales están pensados para soportar bien el contacto con el agua y se benefician especialmente de una limpieza intensa de vez en cuando. El líquido llega a rincones, juntas y zonas de paso con mucha eficacia: baldosa resistente brillo recuperado tras el proceso.
Ideal para terrazas y exteriores
También resulta útil en exteriores: patios, porches, accesos o zonas de jardín pavimentadas ganan con una sesión de este tipo. El método ayuda a arrastrar barro seco, restos de polvo o manchas que el simple manguerazo no termina de eliminar. Es una especie de lavado a máquina pero realizado con recursos domésticos. Es una alianza entre trabajo manual resultado profesional sin salir de casa.
El éxito de esta técnica reside en entender dónde tiene sentido usarla y dónde no. Este funciona bien en suelos que toleran el agua sin problemas y cuando se quiere ir más allá de la limpieza rutinaria. Como cualquier tendencia de limpieza, conviene aplicar criterio antes de copiar lo que se ve en redes: lo importante es un pavimento adecuado para que el Mexican Mopping sea un aliado y no un problema a largo plazo.
Foto | IA
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