
La bayeta de microfibra tiene usos mucho más ambiciosos que los que normalmente se le dan
Versátil, reutilizable y casi mágica. La bayeta de microfibra lleva años en casa, pero rara vez se aprovecha todo su potencial. Lo que empezó como una aliada contra el polvo puede convertirse en un auténtico comodín para las tareas domésticas más ingratas.
Más que limpiar: optimizar. Este tejido ultrafino atrapa partículas, elimina huellas y pule sin dejar rastros. Pero su utilidad no se limita al mobiliario: también actúa con precisión en superficies delicadas, electrodomésticos, e incluso rincones olvidados del hogar.
Con un simple gesto —en seco o humedecida— esta bayeta puede resolver problemas cotidianos sin necesidad de productos agresivos ni herramientas adicionales. Una herramienta, mil soluciones. Aquí, siete formas poco conocidas de ponerla a trabajar:
Limpiar pantallas sin rayones
Las fibras suaves eliminan huellas y polvo de televisores, portátiles o móviles sin dañar la superficie. Usada en seco o apenas humedecida, la microfibra evita residuos y sustituye toallitas desechables con total eficacia.
Borrar marcas de las paredes
Cuando aparecen esas misteriosas marcas negras en las paredes, no hace falta sacar el rodillo de pintura. Basta con mojar la bayeta y frotar suavemente. Para manchas más resistentes, una pizca de jabón o bicarbonato bastará sin agredir la pintura.
Devolver el brillo al acero inoxidable
Cocinas, neveras o campanas extractoras recuperan su brillo original con una mezcla de agua y vinagre aplicada con microfibra. El resultado: superficies limpias, sin huellas ni marcas, y todo sin rastro de productos abrasivos.
Eliminar pelos de mascota
Cuando la aspiradora no da abasto, una bayeta húmeda se convierte en aliada contra los pelos incrustados en sofás, alfombras o mantas. Atrapa lo que la escoba no ve, sin productos y sin levantar polvo.
Abrillantar muebles de madera
Con unas gotas de aceite natural —como el de limón—, la microfibra ayuda a nutrir y pulir superficies de madera. Es un gesto que no solo embellece, también prolonga la vida del mueble frente al desgaste diario.
Sustituir recambios de fregona
Cuando se agotan las mopas de recambio, una bayeta bien sujeta al cabezal de la mopa puede salvar la jornada. En seco recoge el polvo, y humedecida actúa como una fregona improvisada: eficaz, lavable y reutilizable.
Limpiar cajones llenos de migas
Las migas y el polvo que se acumulan en las esquinas de los cajones pueden eliminarse fácilmente con una bayeta seca. Su flexibilidad permite llegar a rincones imposibles sin desmontar nada ni recurrir a aspiradoras.
Foto | Kaboompics.com, Liliana Drew y RDNE Stock project.
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